Spreen es un padre soltero, pues su esposa murió en el parto, en una dicha de lograr salir de aquel abismo en el cual se encontraba un rayito de sol apareció en un tormenta ______ una bebé de 2 años quien solo se la pasa pidiendo galletas y jugando...
Días después, aquel chico se había empezado a acostumbrar a la presencia del bebé, siendo un poco más cariñoso con ella, a veces incluso consintiendola comprándole algunas cosas de bebés.
Mientras el chico caminaba por los pasillos con su hija en brazos, le decía cosas dulces mientras sonreía.
Escucho como tocaron.
Spreen quedó callado por unos segundos, no esperaba a nadie... Lentamente se acercó a la puerta abriéndola muy despacio viendo a dos personas que jamás creyó ver.
— Spreen, te estuvimos tocando por un buen rato.— se quejo aquella voz femenina y algo chillona.
— Hola Spreen.— saludo la voz masculina mientras chocaba las manos con el pelinegro.
Aquel chico se sentía algo nervioso, pero no tuvo de otra, además sus amigos habían viajado mucho solo para ver cómo estaba.
Minutos después, Spreen estaba sentado en un sillón individual, mientras que en frente de ellos se encontraba la pareja.
— Se llama ______.— respondió mientras levantaba ligeramente a la bebé.
— Mira juan.— decía la chica de nombre Ari mientras miraba a la bebé con visible ternura — ¿La puedo cargar?.— pedía aquella chica emocionada.
Por otro lado Spreen no tenía problemas tal vez incluso podría hablar con su gran amigo Juan aunque tuviera un tapete para limpiarse los pies.
Spreen estaba con una speed mientras tomaba su celular con la otra mano sin apartar la mirada de su amigo.
— Aún sigo sin creerlo.— decía su amigo con una risa nerviosa — No mames...— suspira.
Spreen solo asentía mientras apretaba ligeramente su speed sin decir nada.
No era silencio incómodo era más uno cómodo, era como si no necesitaran las palabras para decirse como en verdad se sentían.
Minutos después volvieron hablar de nuevo, no era un tema fuera de contexto, solo era sobre si Spreen regresaría a Twitch algo que claramente Spreen respondió con un sí, pero no estaba seguro por aquella bebé, necesitaba muchos cuidados y no confiaba en nadie, estaba Carre eso pero aunque era streamer realmente si se trataba de la bebé, la mayoría de veces Carre estaría libre.
— No.— negó al ver cómo Juan le proponía Carre.
— ¿Por qué?.— se quejo su amigo.
— Por qué no quiero.— respondió secamente.
— No mames Spreen, hasta acá se te ven las ojeras del resultado de no has dormido culpa de ______— contraataco su amigo pero Spreen simplemente negaba — Aver, si no quieres una niñera, te propuse un puto amigo, y ni eso quieres.— se quejo pero al ver qué el chico no ponía de su parte simple suspiro — No importa, igual es tu hija, ustedes serían como un pollito de feria de colores.— murmuró el chico de lentes indirectamente.
— No me hables de hijos por que vos no tenes.— contesto el pelinegro disimulando su enojo.
Spreen sintió como si le hubieran dado en el blanco a su ego con esas palabras.
Además de que rechazo la mayoría de las ofertas de niñeras de Juan, una chica, una señora, una madre, una vecina, Carre, en específico Carre, pero sería obvio que Spreen le tiene algo de celos, el pelinegro de igual forma había dado un gran paso pues podía convivir con más facilidad con la bebé pero Carre iba más pasos adelante de él y eso al parecer lo estresaba.
De repente el pelinegro miró hacia atrás viendo una escena que casi parecía de película, Ari jugando con la bebé de una manera pacífica sin incomodar a la bebé, mientras la bebé reía, Ari hacia todo lo posible por tratar de que su sonrisa perdurará.
Una media sonrisa disimulada salió de aquel chico, Spreen tal vez si quería quedarse con la bebé, ya no quería que alguien la cuidara más que él...
El celular de Juan sonó haciendo que tuviera que contestar, por otra parte Spreen fue a ver a su hija sentándose sin dejar aquella media sonrisa que poco a poco se extendía más y más.
— Es hermosa.— halago su amiga.
El pelinegro asintió aún sin dejar de ver a su bebé.
— Salió a la madre, te lo digo porque tu estás como feito.— burló Ari haciendo reír a su esposo.
Spreen río levemente, aquella bebé se aprecia a su madre, tal vez podría decirse que tuvo la carita de mami y la paleta de colores del chico.
Ari de nuevo cargo a la bebé arrudandola en sus brazos, mientras todo esto era observado por el chico. No estaba triste, o bueno al menos lo disimulaba, le dolía un poco saber que esa bebé no tendría un amor de madre normal, solo tendría amor de amigas, amigos y familia.
Hablando de familia... Desde el día en el que Spreen si no le dijo hasta la señora de lo que moriría, había algo que atormentaba a Spreen casi todas las noches.
— ¡Te voy a quitar a esa puta niña si sigues contestandome!.— amenazo la señora — ¡Tu nisiquiera puedes cuidarte!.— río amargadamente — Esa niña morirá por tu culpa...—
Spreen estaba enojado, de tanto gritar incluso la bebé ya había empezado a llorar, no tuvo de otra que colgar para ir hacia ella, cargándola mientras intentaba consolarla.
Spreen no era un mal padre, o bueno, eso decía él, aunque a veces llegaba a perder a la bebé en su propio departamento, tuvo que tenerla en la cuna todos los días.
Verla así de pequeña sería fácil perderse en un lugar grande como el departamento, además de que Spreen pereciera estar ciego o muy alto para localizarla, pues siempre tardaba horas y horas buscándola hasta que la encontraba debajo de su set up.
Había llegado a dudar si ponerla la última vez ahí le había gustado, pero no podía de nuevo pues habían muchos cables con corriente y eso la podía lastimar.
...Tal vez sea un mal padre, pero al menos sabía darle de comer, bañarla y cambiarla, era lo más básico, pero hasta de lo más básico uno sobrevive.
Era joven y no era fácil.
Ari se acercó con la bebé cuidadosamente.
— Ya nos vamos.— decía aquella chica — Mañana te venimos a visitar de nuevo.— sonríe.
Por parte Juan lo abrazó de hombro dándole unas palmadas en la espalda.
— Tu puedes.— ánimo aquel amigo.
Y de nuevo la casa quedó en silencio, no era un silencio incómodo era más uno cómodo, aún así, Spreen con su hija en brazos la llevo hasta su cuna donde la acostó suavemente.
Acarició la mejilla de aquella bebé con mucha delicadeza como si fuera a romperla, sin dejar esa mirada intensa pero dulce.
— Te quiero...
Holis
Cuídense mucho :3
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