—Mamá, ¿tú sabías que la hermana mayor de Haerin tiene cáncer?
Su mamá se atragantó con el café que estaba tomando a la hora del desayuno, sorprendida ante la pregunta de Minji, para luego mirarla de forma incrédula.
Pero a Minji no la engañaba: había aprendido a leer las emociones de su progenitora con facilidad después de que su padre muriera y quedaran solas.
Así que podía ver la mentira en la expresión de su madre, el repentino desconcierto y miedo que la delataba.
—¿Su hermana? —su mamá terminó de tomar el café de golpe, evitando mirarla—. No, claro que no.
Minji entrecerró los ojos.
—La otra vez le preguntaste cómo estaba —se inclinó un poco sobre la mesa—. Mamá, no soy idiota —bajó un poco la voz—. ¿Conocías de antes a Haerin?
Su mamá abrió la boca, ofendida.
—¿Qué quieres decir con eso, Minji?
—Quiero decir que esa maldita página de inter...
—¡Yujuuuuuuuuuuuuuuuu!
Haerin entró a la cocina, sonriente hasta que notó el ambiente tenso entre la familia. Se removió, incómoda, mirando para todos lados.
—Uhm, yo quería...
—Nos vamos —Minji agarró su mochila, dirigiéndole una mirada de advertencia a su mamá—. Conversaremos después.
Tomó la mano de Haerin y la arrastró hacia fuera, quien apenas tuvo tiempo de hacerle un gesto de despedida a la mujer. Se dejó llevar por Minji, aunque podía notar el agarre apretado sobre su mano, mas no dijo nada hasta que estuvieron en la calle y empezaron a caminar.
—¿Pasa algo, osito? —preguntó Haerin preocupada.
—No —relajó su agarre un poco antes de pasar su brazo sobre la cintura de Haerin—. No es nada, bebé.
No iba a preguntarle sobre aquella horrible duda que la carcomía por dentro, que no le dejaba dormir por las noches. No podía simplemente detenerse a interrogar a Haerin, no cuando estaba preocupada por el estado de su hermana, cada vez peor.
A veces, hasta creía que tampoco quería saber la respuesta. ¿Y si no le gustaba?
—Estás muy cariñosa —comentó Haerin de pronto, besándole la mejilla.
—¿Quieres que no lo sea? —preguntó Minji estoica.
—Está bien así —la abrazó, sonriendo—. Te quiero mucho, Minji.
—Mhn.
Haerin trató de no darle importancia mientras seguían caminando en silencio.
Su móvil sonó en señal de que había llegado un mensaje, y Minji lo revisó, notando que era de Chaewon.
—Mierda —murmuró con pesadez.
—¿Qué pasa? —preguntó Haerin.
Minji mordió su labio inferior, molesta.
—Chaewon me acaba de avisar que al parecer Hanni y Hyein terminaron —gruñó con una mueca de desagrado—. No tiene detalles, pero incluye a cierta chica hiperactiva que las dos conocemos.
—¿Qué? —Haerin se detuvo—. Hanni y Hyein no pueden terminar, ellas no... ¡Iban a cumplir los dos años de pareja!
—Hae, cálmate —pidió Minji—. No nos podemos meter entre ellas, no es asunto nuestro.
—¡Es Nini! —Haerin pateó el suelo con rabia—. ¡A Nini le gusta Hyein desde que tenía quince años!
—Rin —murmuró suavemente—, a veces las cosas son así. A veces el amor se acaba y no se puede hacer algo para evitarlo.
Haerin la miró en silencio unos segundos.
—Yo nunca dejaría de quererte, Minji —dijo sonriendo tristemente.
Nunca dejaría de quererte, aunque eso fuera mi perdición.
¡Gracias por leer!
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novia de alquiler; catnipz
RomanceKim Minji odia las cosas del amor, y sobre todo, las novias. Su madre desea que tenga una pareja para que así sea feliz y deje de ser tan amargada, así que decide "alquilar" a una chica con una preciosa sonrisa, Kang Haerin, para que sea la novia de...