Kim Minji odia las cosas del amor, y sobre todo, las novias. Su madre desea que tenga una pareja para que así sea feliz y deje de ser tan amargada, así que decide "alquilar" a una chica con una preciosa sonrisa, Kang Haerin, para que sea la novia de...
El doctor le estaba diciendo a Haerin que lograron estabilizar a Eunsoo a tiempo, pero que no se hiciera muchas ilusiones porque podía fallecer en cualquier momento.
Minji estuvo a dos segundos de darle un golpe al doctor en el rostro por hacer llorar a Haerin, sin embargo, tuvo que contenerse porque estaban en un hospital.
Se limitó a darle un abrazo, acariciando su espalda mientras le decía que se tranquilizara, que todo iba a estar bien, que Eunsoo iba a mejorar y pronto podría llevarla a casa para hacerla reír y bromear.
Horas después, el doctor les permitió ver a Eunsoo unos minutos.
Haerin no dudó en tomar la mano de su hermana mayor, demacrada y con una mascarilla sobre su rostro, y decirle que estaba preciosa ese día. La chica se limitó a reírse con suavidad, acariciándole el cabello a Haerin mientras cerraba sus ojos un momento.
—Hae, ¿podrías traerme algo para comer? —le preguntó Eunsoo pellizcándole la mejilla.
—Pero unnie... —murmuró—, no quiero dejarte sola.
—No estaré sola, Hae, Minji estará aquí —Eunsoo sonrió—. Por favor, Rin, la comida del hospital es demasiado mala y muy poca, mi pobre estómago está gruñendo.
La muchacha mordió su labio inferior, indecisa, antes de asentir mientras miraba a Minji con súplica para que se quedara. Minji, por supuesto, no dudó en aceptar, sentándose al lado de Eunsoo para vigilarla bien.
Apenas Haerin salió, la mayor se volteó hacia Kim.
—Quiero que la cuides —dijo firmemente.
Minji parpadeó, pensando en decirle que no hablara esas cosas, pero al ver a Eunsoo decidida, se limitó a asentir.
—Haerin le teme a casi todo —prosiguió como si nada—, así que no te atrevas a hacerle alguna broma para asustarla, porque de seguro se pondrá a llorar y tú no quieres ver a Hae llorando, te rompe el corazón —sonrió—. Rin ama las cosas dulces, así que si alguna vez se enoja contigo, tienes que comprarle un pastel y te va a perdonar. Se pone muy colorada cuando le dices que se ve hermosa, porque Hae no cree que sea linda. Si se lo dices cada mañana, puede que empiece a aceptar que es preciosa.
Minji tragó saliva, sintiendo sus labios temblando.
—Cuando Hae está triste, tienes que abrazarla y mimarla mucho, es como una niña pequeña a la que hay que darle mucho amor —la voz de Eunsoo se quebró—. Es muy curiosa, por lo que las sorpresas no suelen resultar con ella ya que va a insistirte para que le digas todo. Hace berrinches si ve algo que le gusta mucho pero no puede tenerlo, aunque le duran sólo unos minutos si empiezas a pellizcarle las mejillas y a hacerle cosquillas. Y, por sobre todo, suele preocuparse mucho de los demás y se deja a sí misma de lado, no quiere que nadie se fije en ella así que por favor, Minji, por favor, nunca la dejes sola y cuídala siempre, porque Hae es mi bebé y no quiero que nadie le haga daño.
La menor sintió sus ojos húmedos al ver a Eunsoo observándola, sin embargo, se limitó a asentir mientras la chica sonreía con calma.
—Lo prometo, Eunsoo unnie.
Quería decir algo más, no obstante, en ese momento Haerin volvió y no tuvo otra oportunidad para hacerlo.
Aunque, cuando salieron, le dio un beso en la mejilla a Haerin para decirle que estaba con ella, y alcanzó a ver la mirada satisfecha de Eunsoo sobre ambas.
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