8 - Naruto vuelve a casa, ¡la súplica de Konoha!

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Puerta de Kirigakure

Naruto se arrancó la máscara y miró a los ojos preocupados de Mei, asegurándose de que no le estaba mintiendo, ¡¿Konoha estaba aquí?!

"Mei... ¿hablas en serio? ¿Konoha está aquí?" Mei se limitó a asentir y le puso una mano en la mejilla, intentando consolarle a él y a sí misma.

"Sí... incluso Tsunade ha venido, seguro que quieren traerte de vuelta a casa. Hasta ahora, lo único que hemos hecho ha sido discutir entre nosotros, y yo estaba al límite cuando llegaste. Me alegro de que estés en casa, necesito tu ayuda para explicarle a Konoha que no deseas volver, de lo contrario..." Naruto comprendió perfectamente lo que podía pasar, si no desactivaba esto ahora, la guerra podría ser inevitable.

"De acuerdo, me reuniré con ellos mañana, si te parece bien". Mei se limitó a asentir muy lentamente, y Naruto se sintió confuso ante su lento comportamiento. "¿Ha... pasado algo Mei-hime?" Mei se limitó a mirarle y a negar con la cabeza, pero él sabía que no, así que le agarró el hombro en un gesto de consuelo.

"No me mientas Mei, puedo ver a través de ti. Estas 'discusiones', ¿hasta qué punto han llegado?". Mei miró su mirada seria y de nuevo al suelo y suspiró, apartándose de él.

"Cuando vino por primera vez, sólo era verbal, con un ligero... altercado. Pero ahora, ha llegado un punto en el que apenas puedo evitar retorcerle el cuello a ella y a esa chica de pelo rosa". Los ojos de Naruto se abrieron de par en par, ¡¿Sakura estaba aquí?!

"Espera, ¿altercado? ¿Sakura está aquí?" Mei volvió a suspirar y empezó a caminar hacia el recinto, Naruto se puso rápidamente a su paso.

"Tsunade... me abofeteó después de que defendiera nuestra relación...". Naruto dejó de caminar, con el cuerpo agarrotado ante la idea de que su baa-chan hiciera daño a Mei.

'Qué coño..Tsunade. ¿Por qué has hecho algo así?

"..¿Qué?" susurró Naruto con voz nerviosa, con el mal genio elevado a su cenit al pensar en Tsunade abofeteando a su hime una y otra vez en su cabeza.

Mei se dio la vuelta y lo abrazó por la calle, sin sorprenderse en absoluto por la fuerza posesiva que desprendían sus brazos cuando la rodeaban por la cintura.

"Si te hace sentir mejor, le devolví la bofetada". Mei intentó bromear, y pensó que lo había conseguido cuando la boca de Naruto pasó de fruncir el ceño a esbozar una sonrisa burlona, pero sólo duró un segundo.

"Eso ayuda un poco, pero no cambia el hecho de que hizo lo que hizo. Te ha faltado al respeto a ti, a esta aldea... y a mí también". Mei se limitó a negar con la cabeza ante su razonamiento, pero no dijo nada, era imposible razonar con un Uzumaki cuando estaba enfadado; el clan era conocido por ser testarudo.

"Lo sé Naruto, pero por eso tienes que hablar con ella. No importa cuántas veces le diga que no deseas volver, no me creerá, ahora eres el único al que escuchará".

Naruto asintió, sabiendo que era su deber arreglar el desastre que había traído a Kiri, tenía que ser él quien arreglara Konoha.

"De acuerdo Mei-hime, pero como he dicho, lo haremos mañana. Pero ahora necesito un baño y parece que te vendría bien uno de mis masajes "especiales"". Naruto movió las cejas juguetonamente hacia la joven, que soltó una risita y empezó a sonreír.

"Me has leído el pensamiento, ¿qué tal si nos desmayamos los dos a la vez?". Sugirió Mei y se sintió recogida como una novia, Naruto estaba un poco ansioso por volver a sentirla, y ella no podía estar más de acuerdo.

Al día siguiente, Kirigakure, Cuartel arreglado de Konoha

"Tsunade, acabamos de recibir la noticia de que la Mizukage desea hablar contigo en su despacho". Alertó Kakashi, frunciendo el ceño para sus adentros ante el airado gruñido de reconocimiento de Tsunade.

Naruto - El renacimiento del Clan Uzumaki ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora