Oscuridad y Silencio.

Puedo hacerlo

POV: Tom.

-¿Estas listo?- le pregunté a Jack mientras terminaba de colocarse sus botas.

-Más que nunca-.

La voz de Jack ya había dejado detrás su raspor y ahora sonaba con una varonil profundidad.

Estos últimos días de descanso sirvieron no sólo para que nuestros cuerpos se recuperaran por completo, sino que también Jack memorizó la habitación en la que nos quedábamos y el camino a seguir a las partes más importantes de la casa, al punto de que no siempre llevaba el bastón con él, y sólo necesitaba guiarse de mí cuando íbamos al exterior. Mientras que por las noches compartíamos nuestros cuerpos en placer entre besos y caricias.

Verlo feliz e independiente me llena de alegría, pero no ha sido  fácil para mí dar un paso atrás y permitirle hacer las cosas por su cuenta...

" -Tienes que dejar que me tropiece, Tom. Tengo que aprender a hacer las cosas yo solo-.

-Jack, no quiero, no quiero dejarte sólo y que te ocurra algo-.

-Pues yo si quiero que me dejes sólo- sus palabras me punzaron el corazón. Hubo un momento de silencio-. Lo siento, no quise decir eso-.

Tal vez esas duras palabras eran necesarias para por fin hacerme entender que más que ayudarlo lo estaba perjudicando. Mi respuesta fue regresarle su bastón, que se lo había arrebatado momentos antes para que se guiara de mí.

-Toma. Estaré aquí si me necesitas, sólo tienes que llamarme-. "

Hoy sería un día importante, Jack se veía muy bien, con su hermoso cabello rizado que comenzaba a caer más allá de la frente y llegando al lazo con lindos bordados que le cubría donde un día estuvieron sus ojos, ropas cafés y un rostro perfecto. Salimos de la casa para iniciar el camino junto con Alastor, Jack caminaba con su bastón por delante y sujeto de mi mano.

-Bueno, niños. Hemos llegado- dijo Alastor con su característico tono alegre.

-¿Cómo es ?- me preguntó Jack.

-Es la entrada a una cueva, todo es verde como en el resto de este mundo, hay muchas plantas y se ve que está muy obscuro ahí dentro-le describí.

-Bien, eso no será un problema para mí-. me respondió-.

Ambos reímos levemente.

-Vayamos entonces-.

El viejo me detuvo negando con la cabeza.

-No, no , no. Tú no vas-.

-!¿Qué?!-.

-Debe ir sólo, yo lo acompañaré hasta cierto punto dentro de la cueva, pero después tendrá que ir él sólo-.

-Viejo...- mi corazón latía acelerado, no podía permitir que Jack corriera peligro dentro de esa cueva-. Estas mal de la cabeza si crees que...-.

Jack me interrumpió rodeándome con sus brazos y apretándome suavemente.

-Estaré bien, Tom- su voz era hermosa, no podría resistirme a nada que él pidiera-. Por favor, confía en mí, entraré y saldré antes de lo que te imaginas, no tienes por qué tener miedo-.

-Pero, Jack....- le devolví el abrazo-.

-Estaré bien, confía en mí-.

Me sudaban las manos, el aire entraba con dificultad a mis pulmones y sentía que comenzaba a marearme.

Jack me abrazó ahora rodeando mi cuello, para pasar a dejar un suave beso en mi mejilla.

-Te amo- me susurró al oído-. Regresaré pronto-.