¿Capricho o Amor? | Mini historia (en curso)

capitulo 4

Kristen.

Estaba llegando al aeropuerto, eran las 3 de la tarde, tomé mi mochila con mis cosas y bajé del avión, para ir a buscar mi equipaje.
Afuera miré todo y dí una gran bocanada de aire.
Volver a éste lugar me hacía sentir extraña.

Subí a un taxi y dije la dirección a la que iba, en el camino me quedé pensando. Hace un año no volvía aquí, no había visto a mi madre, la extrañaba, y estar de regreso era una sorpresa, para ella, no había nadie más a quien avisarle que volví, eso era triste, pero era la realidad.

Desde que decidí irme ya no hablé con nadie más, Heidi me enviaba mensajes en Instagram casi a diario, y lo mejor para mí, y olvidar todo, era eliminar mis redes sociales, desaparecer para todos aquí.
Me hice nuevas cuentas cuando comencé a conocer personas en el nuevo lugar, no me costó tanto adaptarme y la pasé bastante bien.

Cambié mi corte de cabello, pasé de un mullet corto a un corte sencillo estilo "Pixie", el color castaño por el negro con mechones rojos, me hice un par de piercings, y también tatuajes, y me sentía mejor conmigo misma.

Al llegar a mi casa, bajé del taxi, junto a mis cosas, pagué y me acerqué a la entrada.
Sonreí bastante emocionada y toqué el timbre un par de veces.

La puerta se abrió y del otro lado estaba mi mamá con una mirada de sorpresa que no podría explicar, gritó mi nombre y rápidamente me abrazó con fuerza.

—¡Mi chica volvió! Cariño, te extrañé tanto— me abrazaba y lloraba como loca, y yo solo no podía parar de reír.

—también te extrañé mucho, mamá, estaba muy ansiosa por llegar—

Nos continuamos abrazando unos minutos más y luego entramos, dejé mis maletas en la sala y me senté con ella a hablar.

—¿Por qué no dijiste que vendrías? Te hubiera preparado algo de comida, ay Dios, ahora debo apurarme a cocinar—

—Le dije a mi tía que no dijera nada, quería llegar de sorpresa, voy a quedarme a estudiar aquí de nuevo, apliqué para la carrera y me aceptaron, ya no me iré, mamá—

Mi madre volvió a lanzarse sobre mi para abrazarme, ambas estábamos muy felices.

Luego de un buen rato entre pláticas, mi madre hizo comida, que en realidad fue cena, y pasamos más tiempo juntas, le conté todo lo que había hecho, como me fué, y muchas cosas más.

—Me quedaré a dormir hoy, mañana saldré temprano a recoger mi auto de la agencia y luego iré a ver los apartamentos... Quiero ser totalmente independiente, conseguiré un trabajo de medio tiempo y vendré a visitarte 2 veces a la semana— sonreí con emoción.

—ya eres toda una chica grande... Estoy muy orgullosa de tí... Te esperaré aquí siempre que quieras—

La noche transcurrió lento, hablamos mucho, le mostré fotos y videos, le conté sobre la carrera que elegí, le mostré la universidad, hasta que nos ganó el sueño, nos quedamos dormidas en su cuarto, como cuando era pequeña, que acostumbraba a dormirme cuando mi mamá me acariciaba el cabello.

Al día siguiente desperté algo tarde, eran las 11 de la mañana, cuando abrí los ojos mi madre no estaba, revisé mi teléfono y tenía un mensaje suyo, ya se había ido a su trabajo.

Me estiré quejándome bajo, con demasiada pereza, bajé a la cocina y desayuné algo de cereal.
Busqué entre mis cosas y saqué ropa para darme un baño y arreglarme un poco antes de salir.

Me coloqué mis audífonos y caminé con mis cosas un par de calles, desde la casa de mi madre era fácil llegar a la zona centro, en la agencia solo me acerqué a recepción y esperé un poco hasta que me llamaran.

Ya tenía 20 minutos esperando y comenzaba a molestarme, pero por suerte llegó el hombre que me entregaría el auto.
Firme papelería, leí el contrato, también pagué el seguro, que era lo único que me faltaba y por fin podía irme.

Revisé todo antes de salir del lugar, con mi auto nuevo que me costó tanto conseguir, a parte de estudiar, estuve trabajando mucho para comprarme el auto y el apartamento cerca de la universidad.

Por fin llegué al edificio y me acerqué con el dueño, me mostró los disponibles, que en realidad eran iguales de tamaño, pero estaban amueblados diferente, al final elegí el que tenía todo el interior en tonos grises, que me parecía más sencillo y cómodo a la vista, estaba en el quinto piso y tenía una vista hermosa en la sala y cocina.
Igual fuí a firmar para recibir mis llaves, el dueño se retiró, dejándome en mi privacidad por fin.

Observé todo con más calma y después hice una video llamada con mi mamá para mostrarle todo, le digo que al día siguiente debía ir a mi primer día de universidad, y que la visitaría por la tarde. Y ese día terminó ahí, debía descansar bien aún no me recuperaba del viaje.