004

503 21 16
                                    


La pequeña mano de la niña pasaban por encima de esos botones, mientras se dirijio a esa pantalla. Miro como esas personas estaban ahí dentro sin ninguna escapatoria, mientras que veía a esos chicos los cuales ella recordaba como sus amigos. Se miro a si misma con culpa entre ella, al saber que no podía hacer nada por ellos. Y ese arrepentimiento seguía dentro de ella.

Unos sonidos de tacón interrumpieron sus pensamientos, obligándola a salir de ahí, ella sabía que si la veían sería lo peor.

— ¿Qué pasará con ella entonces? — La voz de Teresa se escucho en el lugar, la chica sabía reconocer esa voz por minima que fuera, mientras que aún no identificaba a la otra persona.

— Ella estará bien, Teresa. No es como tu y Thomas. — Ava hablo refiriéndose a la pequeña rubia que se encontraba escondía entre las cosas. — Ustedes si entienden el propósito de esto.

— ¿Cree que Thomas lo hace de verdad? — Teresa sabía cosas que Ava no, sin embargo tampoco diría algo para perjudicar a Thomas.

La chica que estaba escondida escuchaba su conversación con algo de tristeza, siempre quiso ser lo suficiente buena como ellos dos, ser considerada una de los mejores, aún que siempre se le hizo diferente.

— Tranquila, retiraré. — Ava corrió a la ojo azul del lugar, para quedarse ella sola, o eso pensó hasta que el tropiezo de Abigail lo arruinó.

Ava se acercó rápidamente mientras que Abi estaba inmóvil, sabía que ya era demasiado tarde, y que la habían descubierto. Ava se agachó mientras tomaba la mandíbula caída de Abigail para que ella la mirara. La mayor tenía una muy mala mirada ante ella, estaba furiosa.

La rubia se despertó de golpe sintiéndose asfixiada, y viendo que aún no amanecía.

No sabía porque había tenido ese sueño, y mucho mas, porque ella era tan pequeña, se notaba menos de la edad que tenía ahora, junto como veía a la otra chica, de nombre Teresa. Ella no sabía ni porque estaba Thomas ahí y que hacía viendo el área desde ese lugar.

———————————————

— ¿Qué tal escalar los muros? — Dijo Thomas ante ambos rubios en los huertos.

Los tres chicos estaban en las pruebas del novato que llego ayer, habían pasado demasiadas cosas, entre ellas que el mismo se buscaba problemas, y más que metía la pata siempre.

Abigail no le había contado a ninguno de sus amigos lo que pasó en la madrugada, aún que deseaba poder hablar con Newt o Alby, al menos para descubrir su esos sueños tienen algo en especial.

— Escucha, cualquier cosa que se te ocurra ya se intento. — Dijo la voz de Newt, sacando a la chica del pensamiento que tenía, para interrumpir lo.

— La única salida es el laberinto. —Le dijo Abigail a Thomas, que se encontraba enfrente de ella y de Newt.

La rubia siguió con su trabajo después de mirar a Newt, dándole a entender que no debía molestarse con él. Lo cual era imposible, se estresaba demasiado rápido y aveces solo Abigail lo ayudaba a calmarse, sin razón alguna le daba paz.

Cómo si fuera la paz que siempre busco todos los años que estaba en el área, antes de la llegada de la rubia.

— ¿Quieres ayudar en algo de verdad?, ve por fertilizante. — Newt le lanzo una canasta a Thomas mientras que él se iba de igual manera por la orden que le dieron.

— ¿Todo bien? — La rubia estaba intentado que el chico se sientiera tranquilo, aún que no era de mucha ayuda.

— Está loco, en cualquier momento lo enviaré al pazo por días. — La chica soltó una pequeña risa ante su comentario, que hizo que Newt la mirara de mala manera.

MoonlightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora