un amorío escolar

Un día un poco extraño

Alondra se estaba preparando para ir a la secundaria un día por la mañana, era si primer día en el segundo grado de educación, la habían cambiado de salón, ya no tenía a su mejor amiga, ahora estaba sola y sin nadie con quién socializar, no le quedaba de otra más que hacer más amigos y extender su vida social ya que no quería terminar como una don nadie.

Quería destacar y ser reconocida, ya no quería ser la que tiene que seguir el ejemplo de su hermano menor, no, ahora quería ser más, incluso tal vez podía conocer a alguien que le llame la atención y ser feliz en su etapa de la adolescencia.

Por otro lado Gerónimo se sentía muy seguro ya que muchos de sus amigos se encontraban en la misma aula de el, así que no tenía miedo alguno de tener que socializar más de lo requerido.

Una vez ya en su aula inmediatamente vió a su fiel amigo Daniel, no dudó más y se sentó a un lado del antes mencionado, ya en la hora de comer se encontró con una de sus amigas la cual se llamaba Evelyn.

Conocía a Evelyn desde ya hace tiempo, era agradable estar con ella ya que no era tan estresante como las demás niñas de su edad, claro que aveces podía llegar a estresar pero no más de lo normal, al fin de cuentas, era una adolescente tratando de llamar la atención.

Para Gerónimo tener una novia solo era una perdida de tiempo, ya que solo lo distraían de sus estudios y sus calificaciones podían bajar, no tenía tiempo para un amorío patético.

Pasaron los meses y Alondra consiguió tener más amigos, claro que todavía tenía contacto con su mejor amiga Melany, pero por el cambio de aulas disminuyeron las conversaciones.

Se hizo amiga de un chica llamada Evelyn la cual era un poco masculina pero no le importaba, era divertida y aveces amable.

Algo que le molestaba es que siempre hablaba de un chico, era muy estresante en ese sentido, había días que no hablaba de nada más que de el.

—Enserio es tan amable y atento, ojalá fuéramos algo más—

—¿Otra vez? No haz dejado de hablar de él en todo el día—

Estaban Alondra y Evelyn en media clase, prácticamente ya no tenían trabajo que hacer más que enterarse de la vida de la otra.

Ya había pasado un mes y Alondra cada vez tenía más amigos pero sin duda Evelyn tenía más valor sentimental que los demás, pero jamás superaría a su fiel amiga Melany.

Gerónimo con el paso del tiempo se hizo amigo de casi todo el salón, tanto fue el contacto social que se llegó a topar con Melany, que poco a poco se fue metiendo a su círculo social.

Al pasar el tiempo la relación de Gerónimo y Evelyn se fue haciendo más personal, tanto fue cambio que en uno de esos días una tragedia sucedió.