seis.

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Tenían un silencio notablemente incómodo y Juani ni siquiera quería hacer contacto visual con  Blas. 

Luego de unos minutos más, el pelinegro acabó con aquella tensión  y dijo:

—Juani... Podemos hablar—

—Ujum—

Respondió el de rulos castaños sin quitar la vista del césped y de algunas flores que se encontraban cerca. 

—¿Hice algo malo? Si te enojaste porque me desaparecí, de verdad, discúlpame —habló con un tono algo bajo. 

—Blas, eso no tiene nada que ver—

—Que seas mi mejor amigo no significa que vos tengas que estar atrás, mío todo el tiempo—exclamó.
—Aparte, me sentí libre las veces que me has obligado a ir a fiestas, no me dejas ni ir al baño porque tenes miedo de que me pase algo— dijo sonriendo y generando también una risita del contrario. 

—Entonces, ¿por qué te fuiste a dormir al cuarto de Felipe? Y dame una respuesta coherente— dijo Blas con el ceño levemente fruncido.

Juani, al tratar de evitar la pregunta, se acomodó al lado de Blas y se arrecosto en su hombro, quedándose completamente en silencio.

Blas agarró la mano de Juani y empezó a jugar con ella. 

Para el pelinegro podrá ser un simple juego de mejores amigos, pero nunca se dará cuenta de todo lo que provoca dentro de Juani. 

Juani estaba contento de que había logrado evitar la pregunta que le habían hecho.

Pero sobre lo que estaba haciendo Blas, trató de mantenerse con calma, ya lo pensó demasiado y no tenía por qué ilusionarse más.
Con lo que había pasado la noche anterior había sido suficiente.

—¿Aún soy tu mejor amigo?—preguntó Blas.

—Sos un estúpido solo porque me fui de una fiesta sin avisarte, ya no vamos a ser mejores amigos —respondió con una sonrisa.

—Obvio que lo somos y siempre lo seremos, Blasito—.

Juani alzó su cabeza para mirarlo a los ojos, pero no dijo nada. 

"Espero en otro universo no decir eso y poder utilizar otra palabra en la que me veas algo más como un amigo", pensó.

Apartó la mirada y empezó a mirar alrededor del patio hasta que fijó su mirada en el portón que tenía la vista al patio. 

Se dio cuenta de que algunas personas, a través de esta, se veían espiándolos. 

Entre eso estaban Emily, Fran, Mayra y Matías. 

Estaban en todo el portón casi sin esconderse, así que se les veía superclaro. 

Parecían vecinas chismosas.

Cuando se dieron cuenta de que Juani los había descubierto, trataron de irse lo más rápido posible. 

El castaño no quiso decírselo a Blas. 

Todos ya sabían y habían visto lo que había pasado la noche anterior. 

Y cada miembro de esa familia sabía que se moría de amor por Blas, aun así él no lo haya confirmado.

Estuvieron en silencio todo el rato, hasta que le llegó una notificación a Blas. 

Era Juliana diciéndole que estaba listo, porque dentro de un rato ya iban a salir rumbo a la playa.

Blas solo estiró su celular y Juani leyó el mensaje. 

—Será mejor que guardemos todo, en un rato nos vamos—. 

Juani solo asintió y se levantaron 

Ya dentro de la casa todos estaban como si nada. Blas se dirigió a su habitación y Juani solo los fulminó con la mirada a todos. 

—Los voy a asesinar a todos— susurro
—Dejen de ser tan chismosos— 

La mayoría solo se rio 

—¿Pero qué te dijo? Si le dijiste lo que sentías y sobre lo que había pasado en la fiesta— pregunto Mati

—Eso ya no tiene caso, él hizo lo que hizo ayer porque es hetero—. 
— Y yo solo soy su mejor amigo y eso nunca va a cambiar— Dijo algo desanimado 

— En serio vas a reprimir a todo eso, el amor no se termina de la noche a la mañana, aun así lo intentes— respondió Emily, cansada de toda esta situación. 

—Lose, pero si él es feliz, yo soy feliz fin— dijo dirigiéndose hacia las escaleras y terminando con aquella conversación.

Desde niños ; Juani x Blas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora