El muelle del mapache

Pelaje gris

"Que tranquilo es este muelle".

Un cansado mapache llego arrastrando su pata a la orilla de este, disfraces se han puesto sobre la piel del pequeño que fumando sus ilusiones se tiraba desde un pequeño muelle para sentir lo que era estar muerto por un instante. Nadando una y otra vez de vuelta, cuestionándose así la misma existencia, dudaba de su utilidad en ese mundo de plástico donde el que ganaba era el que tenía un mejor molde.
Sin razones para levantarse se dejaba caer en el suelo, sin gritar ni llorar dejaba que su mano se clave en su pecho intentando arrancar su corazón con hueco.
Durante mucho tiempo estuvo atacándose a sí mismo, derramando pequeñas gotas rojas de su pelaje que se teñía del mismo color y le absorbía, pasaron minutos y su cuerpo peludo ya estaba sumergido en un charco de su propio ser.
El lo miraba con indiferencia, pero al mismo tiempo esperaba que alguien le extienda una mano, pero se encontraba solo, ese muelle se encontraba vacío, nadie más que ese mapache estaba en ese lugar.

"Si me ahogo, ¿alguien me extrañará?" Dijo serio mientras se limpiaba su antifaz de pelo.

Nada le importaba ya, sólo estaba estoico en su cuerpo mirando el infinito cielo que se posaba para el.

"Los cigarros se están acabando, necesito más".

A pesar de su creciente hambre por más papel quemado, su cuerpo no respondía, pedia a gritos más calmantes de humo para si, pero se olvidaba que estaba solo, sus súplicas no eran escuchadas, sus pequeñas gotas de agua tinta se escurrían entre los tablones del muelle, dejando su silueta entre los desgastados y agrietados tablones.

En su pelaje estaban marcados como anillos y rayas todas su penas, en su pequeña pata derecha se encontraba una venda cubriendo quemadas y cortadas al no saber qué hacer con su miserable vida en esa piel, en su antifaz ocultaba ojeras lágrimas y moretones que no quería mostrar pero quería que fueran sanados y acariciados por alguien, alguien que no puede estar.

"Quizás, morir no sea tan malo"

Y así el mapache acabó con su vida ahogando en un lago de agua negra en la cual su pequeño cuerpo no sería encontrado.

"Que tranquilo es este muelle".