4 - Rugido

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Después de todo lo ocurrido el incidente gracias a Shin pudimos subir al pueblo sobre los árboles, sabía que yo no era bienvenido y me dejaron subir solo por que Shiro lo habia pedido, ellos al instante la habían marcado como aliada y en cambio a mi solo como un estorbo. Las miradas de desprecio que recibía eran penetrantes, nadie de los presentes se sentía cómodo con mi presencia, algo había pasado para ese odio irracional a mi persona, los Elfos habían vivido algo que los había marcado y reforzado su desconfianza hacia los humanos.

- Oye, que ocurre?

Pregunté a Omega tratando de recibir una respuesta para intentar mejorar la situación, pero no recibía ni siquiera una mirada. Shiro lo pudo notar y pregunto nuevamente.

Shiro - Que es lo que ocurre aquí?

El silencio duró un par de segundos, pero ella si recibía una respuesta. Respuesta que realmente explicaba como me trataban.

Omega - El rey, el rey quiere estás tierras y trata de sacarnos a la fuerza, esos animales extraños fueron convocados por el mago personal del rey.

- Lobos... Eso explica los ojos rojos que tenían, están intoxicados con algo que los hace más agresivos.

Trate de unirme a la plática Pero no sirvió de nada, cada intento era en vano y estaba comenzando a fastidiar. Pero Shiro me miró cuando lo dije y ella me preguntó.

Shiro - Los conoces también?

- Si, esos animales si son de mi mundo, pero no sé comportan como los animales que conozco. Son depredadores y si cazan en manada, Pero son cautelosos.

Dije llevando la mano a mi barbilla pensando un poco en lo que había ocurrido, los ojos de los animales y su comportamiento extremadamente agresivos.

- Era como si estuvieran intoxicados...

Shiro solo me miró y después volteo a ver a Omega, era claro que ella quería que me dirigiera la palabra, sabe que no soy una amenaza pero los Elfos me ven como tal y no les culpo.

Shiro - Y si están intoxicados?

Repitió y Omega volteo a verla, el le creía y se veía en la mirada, pero después este me miró a mi y dijo en voz alta.

Omega - No tienes como probarlo.

Era claro que sabía que tenía razón, pero solo era por seguir contradiciendo lo que digo. El odio a los humanos era tanto? No querer darme la razón es suficiente razón para no escucharme?

Shiro - Confío en lo que mi amigo dice.

Una sonrisa decidida y confiable en su rostro, una idea se le había ocurrido y a este grado nada podia salir bien.

Shiro - Hay que buscar a quienes los intoxica.

- Pero ni siquiera sabe...

Antes de negarme fui interrumpido por el elfo, lo mire y su rostro había cambiado, esa mirada era de alguien que estaba pidiendo ayuda a gritos.

Omega - Está en sus manos.

- Espero sepas lo que haces...

Dije ajustando los guantes que había usado para pelear, los Elfos cuando vieron la extraña arma se apiadaron de mi y me entregaron una espada bastante larga y delgada, le pegué en el filo con el guante y no se rompió.

Shiro - Yo no, Pero confío en que algo se te ocurrirá.

- Espera que?!

Solo recibí una sonrisa de su parte y pude notar que de verdad confiaba en mi, confiar en una persona a la cual acabas de conocer es un grave error. Omega me miró como si me estuviera dando una oportunidad para que confiara en los humanos, desplegaron la escalera de nuevo.

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