Cap. 4 - Quiero conocerte

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Armando y Gabriela se encuentran entrenando encima del ring. Armando toma a Gabriela con un candado al cuello. Esta hace un movimiento para librarse de Armando.

—Mete más fuerza Gabriela —menciona un hombre debajo del ring, siendo el entrenador oficial de la compañía.

Gabriela corre de esquina a esquina, sube sus piernas al cuello de Armando y en un giro lo lanza al otro extremo del ring, en un movimiento conocido como tijeras. Armando se incorpora de un brinco, aunque esto le provoca un mareo.

Con parte de su brazo, Armando impacta a Gabriela en el cuello y la hace caer de espaldas sobre la lona. En un movimiento conocido como "lazo al cuello". Gabriela se incorpora y le da una patada al mentón de Armando. El chico logra incorporarse.

Gabriela le toma a Armando por el cuello, el chico se libera y se dispone a realizar su finisher. Armando coloca a su compañera encorvada frente a sí, enreda sus dos brazos con los de su compañera detrás de su espalda. Con toda la fuerza, eleva a Gabriela, dejándole su cabeza apuntando al suelo.

—Gabriela, mantente recta. Armando, sostenla con fuerza —menciona el entrenador.

Armando respira, siente mucho miedo, pero necesita concentrarse, de otra manera lastimaría de gravedad a Gabriela.

—¡Suelo! —grita el entrenador.

Armando cae de sentón sobre la lona, con las piernas extendidas a los lados, esto mismo hace que Gabriela caiga de frente sobre la lona. Aunque el mayor impacto lo recibe Armando con el sentón.

Armando rueda y soba un poco sus nalgas. Evidentemente esto no puede hacerlo frente a la audiencia, por lo que tiene que mentalizarse para aguantar el dolor. Gabriela por su parte soba un poco su pecho y vientre, las partes que más han recibido el impacto de frente contra la lona.

El entrenador les aplaude.

—Muy bien chicos, necesito que lo practiques más Armando, tienes que hacerlo más rápido —menciona el entrenador.

Armando asiente con la cabeza y se acerca para ver a Gabriela.

*MÁS TARDE*

Armando y Gabriela se encuentran sentados en la banca de un parque. Ambos chicos miran hacía un grupo de niños que se encuentran jugando. De cierta forma, los chicos se distraen con el entorno para no tener que hablar entre ellos. Armando se siente un poco nervioso al lado de Gabriela, no sabe que decirle, pero tampoco puede dejar de mirarla. El chico la encuentra muy atractiva, sabiendo que no es precisamente bonita, así como él tampoco es guapo. Obviamente esto no lo dice por malicia, es más ni siquiera sabe por qué esa idea llegó a su cabeza.

—No, ya perdón —menciona Armando, disculpándose con el mismo. Sin embargo, lo ha hecho en voz alta.

Gabriela voltea a verlo.

—Dime —le menciona.

Armando nota su error y no sabe que decir. Se siente cohibido de verla de frente. Se pierde en su mirada de timidez, siempre con los labios apretados y sus ojos con ojeras.

—No nada, discúlpame por...

—¿Por qué?

—Por... espero no haberte lastimado con mi finisher.

Gabriela niega con la cabeza.

—Está bien. Yo también estoy aprendiendo a perder el miedo al recibir un finisher —menciona Gabriela.

Armando asiente para sí mismo.

—¿Tienes hermanos Gaby? ¿Con quién vives?

Gabriela levanta la ceja extrañada.

—¿Por qué o qué?

Armando niega con la cabeza.

—No, por nada. Sólo es pura plática.

Gabriela ríe.

—Está bien. Es que no estoy acostumbrada a que me pregunten —menciona Gabriela. —No tengo hermanos, sólo vivo con mi mamá. Y mi única prima es María. No nos juntamos tanto como parece.

—Okay, de acuerdo.

—¿Y tú Armando?

—Vivo solo.

—¿Enserio?

—Sí est... no tengo hermanos.

—¿Y tus papás?

Armando tuerce el labio y pone un cigarro en sus labios.

—Pues mi papá, hace mucho tiempo se fue. Y mi mamá, falleció hace como dos años.

Gabriela baja la mirada, con cierta pena.

—Armando, perdón. No sabía.

Armando expulsa el humo por sus fosas nasales.

—No importa, así pasa.

Gabriela, se siente un poco apenada. Armando nota esto, por lo que decide cambiar de tema.

—¿Tienes novio Gaby?

Gabriela se encoge de hombros.

—No.

Armando sonríe con timidez.

—Perdón Gaby, es parte de la plática.

Gabriela baja la mirada.

—Sí lo sé.

Armando siente muchos nervios en su interior, nunca ha sido muy bueno socialmente, y para flirtear ni se diga. No por nada, su vida amorosa siempre había sido un asco.

—Luchas muy bien Gaby, soy tu fan —menciona Armando.

Gabriela le sonríe con timidez.

—Gracias.

Armando traga saliva.

—Te gustaría un día de estos... ¿salir a algún lado?

Gabriela le mira con timidez.

—No sé Gaby, tal vez a comer, a un café, no sé.

Gabriela asiente para sí misma.

—No me gustan los restaurantes, pero me gusta mucho caminar.

Armando termina de fumar su cigarro.

—A mí también.

—De acuerdo Armando.

—¿Y qué día sería Gaby?

Gabriela se muestra pensativa.

—Pues no sé, generalmente salgo de noche. Es que cuando no entrenamos o tenemos función, pues trabajo con mi mamá en el local de comida que tenemos.

—Entiendo Gaby, no te preocupes. Nos vemos de noche y damos una vuelta.

Gabriela sonríe para sí misma.

—Está bien Armando. Igual y el sábado próximo. 

KERSEY CALLAHAN VOL. 1 [15+]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora