✝️Peccātum✝️ {ChanMin}/{2min} 🔞

(15). Lucas 17: 3-4

"Si tu hermano peca, repréndelo; y, si se arrepiente, perdónalo. Aún si peca contra ti siete veces en un día, y siete veces regresa a decirte 'Me arrepiento', perdónalo."
--Lucas 17:3-4--

✝️✝️✝️

Mis labios son tratados con delicadeza por los contrarios, dulces y tranquilos besos son repartidos por mi rostro antes de regresar a mis labios.

Las manos de Minho se mantienen quitas en mi cadera y se toma su tiempo para besarme con extrema lentitud, con la misma ternura de siempre y que, para ser sincero, comienza a desesperarme.

No sé sí es el clima de la cálida noche o el alcohol que corre por mis venas pero comienzo a sentirme algo acalorado y las nulas caricias en mi cuerpo me hacen soltar un quejido al separarme de los labios de mi prometido.

—¿Qué pasa?

Pregunta, puedo notar la preocupación en su voz y en su mirada, hago uso de toda mi fuerza de voluntad para no rodar los ojos.

—¿Podemos...

No soy capaz de decir las palabras en voz alta, me da vergüenza revelarle mis verdaderos deseos a mi prometido, lo conozco, sé que su respuesta será un rotundo no y por eso dudo.

Dudo en decirle que ya no me bastan unos simples besos, que estar en su regazo con nuestros cuerpos tan juntos pero no unidos me tiene ansioso, quiero más, deseo más.

—Cariño ¿te sientes mal? Estas rojo, te juro que yo solo te dí agua mineral, no entiendo como que terminaste bebiendo alcohol.

Yo si sé, lo que sea que Bang le puso a mi bebida era fuerte pues ese vaso bastó para embriagarme un poco, no me molesta aún así, porque al menos logré que Minho me trajera hasta la camioneta y pudiéramos besarnos sin que nadie nos viera.

Aun sin atreverme a pedirle a mi prometido lo que realmente deseo, me inclino hacia él y esta vez, me hago cargo del beso, presionó mis labios en los suyos con un poco más de fuerza de lo habitual, quiero que me besé más fuerte, más profundo.

Noto como su cuerpo se tensa bajo el mio pero no se separa, sus dedos aprietan mi cadera cuando me muevo un poco para causar algo de fricción fracasando en el intento por su agarre, tomando valor llevo mis manos hasta su pecho y sin pensarlo más, desabotono el botón superior de su camisa.

Una risita sale de sus labios poniendo fin a mi beso, sus manos ahora detienen las mías y me mira interrogativo.

—¿Qué haces, amor?

Lloriqueo escondiendo mi rostro en su pecho, sus brazos no tardan en rodearme en un abrazo.

—Sabes que puedes decirme lo que sea.

Susurra contra mi cabello, desde mi posición puedo escuchar el latido de su corazón, es rápido e irregular, lo que significa que mi beso y mis acciones anteriores lograron despertar el deseo en él también.

—Minho–dudo un poco otra vez pero suspiro contra su cuello antes de decir lo que realmente pienso–quiero que hagamos el amor.

Sus caricias en mi nuca se detienen y el silencio nunca se había sentido tan aplastante.

—Cariño, ya hemos hablado de esto.