Me Convertí En El Prometido De Un Dragón De Fantasía Romántica

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9 - Día de la Fundación Nacional (2)

El incómodo silencio continuó hasta que llegamos a Enassa porque, en primer lugar, yo no sabía qué le interesaba a Adilun, y si intentaba decirle algo, ella me bloqueaba inmediatamente, así que la conversación ni siquiera empezaba.

Así que al final llegamos a la ciudad de Enassa sin decirnos nada, y cuando vi Enassa, automáticamente escupí de admiración.

"¡Wow!"

Recientemente, han surgido bastantes problemas debido a la violencia de los aristócratas centrales respaldados por el emperador, pero a pesar de eso el imperio Enadeim seguía siendo fuerte.

El Día de la Fundación Nacional, Enassa estaba abarrotada de mucha gente y, tras una breve inspección, pudimos entrar inmediatamente.

Tras entrar en la ciudad, subimos inmediatamente a un carro y nos dirigimos al castillo imperial.

Esto se debía a que Ortaire y Rodenov tenían que alojarse en el palacio proporcionado por el castillo imperial, ya que no disponían de una mansión propia en la capital.

Primero debíamos dar una vuelta por la ciudad, pero ambas familias decidieron que no había tiempo que perder y se dirigieron directamente al castillo imperial.

Fuera del carruaje, la vista de Enassa pasaba tan rápido como el viento. Mientras tanto, mis ojos captaban los rostros de personas que se esforzaban por mantener su brillo aun viviendo en las sombras.

En cuanto al Día de la Fundación Nacional, deberían reducir la carga de la dura vida de la gente que vive aquí así, para que ellos también puedan disfrutarlo. Verlos esforzarse por vivir y sonreír incluso en una condición como ésta, muestra el trabajo de la nobleza central.

La magnificencia de ver este lugar desde fuera desaparece debido a las sombras que proyectan las personas que viven aquí.

Mirando esa figura, no pude evitar pensar en los nobles centrales. Al parecer, los nobles centrales estaban desbocados.

Los nobles centrales eran, de hecho, parásitos que carcomían este país, y eran las personas que interferirían con Adilun en el futuro sin motivo alguno.

Por supuesto, hay una división entre los moderados y los radicales, pero sus sentimientos son los mismos. Un temperamento codicioso que quiere incorporar el poder local al propio.

En la medida de lo posible, quería evitar roces con ellos en este Día de la Fundación Nacional.

Definitivamente tratarán de menospreciar a Adilun de alguna manera porque, para esta gente que quiere recortar el poder de la nobleza local, Adilun será una presa bastante apetitosa.

"¡Tsk!"

Mientras chasqueaba la lengua y bajaba las cortinas sujetas al carromato, Adilun, que se limitaba a contemplar el paisaje de Enassa, me miró con curiosidad y preguntó.

"¿Qué pasa?"

"Nada."

Juzgando que no era algo de lo que ella debiera enterarse, evadí por completo su pregunta.

"Tu expresión dice lo contrario".

Me dijo con cara inexpresiva.

"No es para tanto. Y tampoco se trata de ti. Es sólo porque vi una escena desagradable afuera".

"Como quieras, pero por ahora, deja tu expresión. Parece que nos estamos acercando al castillo imperial, así que creo que debes prestar atención a cada una de tus expresiones."

"De acuerdo, lo haré..."

Ya que he visto algo desagradable, debo ver una escena que calme mi mente. Así que miré fijamente a Adilun.