Cap 1: El Anillo Del Genio [sin terminar]

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En un callejón bajo la luz de un hermoso amanecer, se encontraba de entre la multitud un niño recostado junto a su mejor amigo. Mientras lloraba desconsoladamente la gente pasaba a su alrededor mirándolo con frialdad sin detenerse a preguntar, y se podía escuchar cómo murmuraban por su comportamiento.
El niño seguía llorando y pidiendo ayuda pero nadie quiso ayudar, cansado de la indiferencia de la personas, decidió tomar de la mochila el arma que había conseguido en el mercado por tan solo unas cuantas monedas, apuntando a su cabeza le dió el último abrazo a su mejor amigo, aquel que siempre estuvo con él, y al momento de ponerle fin al sufrimiento algo lo detuvo. Por un instante creyó que había sido producto de su imaginación y que nunca había echo nada parecido, pero al tratar de jalar el gatillo una vez más, lo escuchó, pero está vez era más claro, se dió la vuelta y ahí estaba la causante que retrasaba su cometido.
Era una niña de no más de neve años, casi su edad, tenía un aura resplandeciente. De inmediato se puso de pie y sorprendido exigió una respuesta.
- ¿Quien eres?, ¿Porque estás ahí?, ¿Porque me detuviste?-
- Me llamo Luz, estoy aquí porque te escuché y me detuve porque te vi- respondió con una hermosa sonrisa. - Ven- estirando su mano hacía él, - No tiene que hacer esto, tú madre estará triste-
- No haga como si te importara- dijo molesto, - Y no hables si no sabes nada. Mí madre estaría feliz de no tenerme causándole problemas. Sería lo mejor-
- No es verdad y lo sabes, mira...- Apuntando hacía una mujer de entre la multitud ye estaba buscando desesperada. - Lleva un rato así, buscándote. ¿Acaso, no ves que querés importante?
El niño sorprendido no podía creerlo porque a pesar de causarle problemas todos los días, al final había salió a buscarlo, conmovido dejó caer el arma al igual que sus lágrimas, fue entonces en ese momento que Luz lo abrazó si decir nada y él lo comprendió todo.
Corriendo se dirigió hacia donde estaba su madre par mostrarle la calidez que Luz le había mostrado, y desde ese día aquel niño cambió para bien, ya no molestaba a su madre y la ayudaba, al igual que Luz lo hizo con el.
         Así fue como la protagonista de esta historia hizo su  primera y gran aparición.

Luz era una viajera que desde muy pequeña recorría lugares junto a su abuela, fue gracias a su crianza y enseñanza que no sucumbió al egoísmo ni amargura de este mundo fracturado.
Había pasado todo un año desde el último viaje que habían echo, nunca permanecían más de algunos meses en un lugar aunque con éste hicieron una excepción, era distinto y algo agradable aunque allí los problema también existían y aunque por más que quisieran el tiempo de irse y seguir con su viaje habia llegado. Luz nunca supo hacia donde iría su abuela en el próximo viaje ya ye desde muy pequeña iban de un lugar a otro, nunca tuvo l oportunidad de preguntar, solo le quedaba esperar el momento en el cual su abuela estuviera lista para contarle.
Luego de caminar durante tres días seguidos sin un descanso tranquilo, llegaron hasta una pequeña ciudad apartada del resto del mundo. Al adentrarse pudieron notar como la personas de allí como todos tenían problemas, aunque lo maravilloso era que ellos buscaban la forma de solucionarlos, aunque su viaje sin no había terminado decidieron buscar un lugar donde quedarse ya que la abuela no se encontraba bien.
Entre preguntas y preguntas dentro de la ciudad, se encontraron con un joven de mirada serena, el cual le dió la respuesta que necesitaban.
-Tenfo.... Ese es el nombre del hombre que les dará permiso para quedarse.- luego de decir eso el joven se marchó y se perdió entre la multitud. Después de recibir la ayuda que necesitaban se adentraron aún más en la ciudad para ver si encontraban más ayuda, pero en eso, se cruzaron con una joven de belleza admirable que se dispuso a ayudarlas, entre preguntas y respuestas el camino se había echo corto y cómodo, en cuestión de pocos minutos llegaron a la casa de aquel llamado Tenfo.
-Aquí es, deben decirles sus razones para que les permita quedarse, es un hombre justo y bondadoso, estoy muy segura que les brindará un lugar. Nos vemos y suerte- dijo la joven y sin decir más se despidió. Luz había quedado sorprendida al ver hasta donde la joven las había llevado, y cuando quiso acordar ella y se había ido. -Gracias- dijo, esperando a que el viento le alcanzara las palabras.
Mientras admiraba aquella fortaleza, de entre las sombras y en un increíble silencio apareció un joven con aura misteriosa, se veía distinto, ella nunca había visto una vestimenta así. ¿Sería un soldado de la ciudad? Si, eso debía ser, un soldado.
-¿Qué es lo que hacen aquí?- dijo con seriedad, y aunque llevara el rostro tapado se podía ver una pequeña abertura que dejaba al descubierto sus ojos.
-Hola, me llamo Luz. Vine hasta aquí con mí abuela en busca de estadía, aunque no será por mucho, será solo por hoy- ojo mientras sonreía
-Están en el lugar equivocado, mejor regresen.- luego de decir eso, se dió la vuelta y siguió caminando.
-No podemos, estoy buscando a Tenfo.- dijo con firmeza.
Aquel joven con aura misteriosa se dió la vuelta, sacó su espada y poniendosela en el cuello de Luz, preguntó. - ¿Qué es lo que quieren con él?, ¿Qué pretenden?, ¿Qué hacen aquí?.- su mirar era frío y el pulso no le temblaba, era más que obvio que no tendría problemas en acabar con ellas si solo proponía.
-Cómo dije, queremos permiso para quedarnos una noche, mí abuela no se encuentra muy bien y necesita descansar. Estamos aquí porque fue la única ciudad que encontramos después de caminar por tres días.

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⏰ Última actualización: May 15 ⏰

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