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𝗗𝗨𝗫𝗜𝗡𝗢!
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── Me llega al pincho, Duxo ;☆ ──
• Mayoría de ideas sexosas, no esperen menos.
• Por favor, no haga llegar esta historia a los involucrados o allegados. No quiero ligar mi trabajo con ellos.
• Los roles serán:
─...
TS Omegaverse "Intromisión Fogosa" (Asistente x Jefe) ;
Este Two Shot contiene Smut y una pequeña parte de Fluff.
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El olor a omega a en celo era aparente, las feromonas se esparcian de manera revoltosa en el ambiente, volviéndolo más pesado, provocando reacciones no deseadas a sí. Su lobo interior parecía que no quería cesar a ser mandado, ni por las buenas, ni por las malas; cosa que frustaba a cierto castaño de tez bronceada. Intentaba mantener la distancia de la quisquillosa mujer que le imponía su estado para ser tratado.
── ¡Señor Aquino! ── Exclamó con una sonrisa plasmada en su rostro. ── Acuestese conmigo ¡Por favor! ── Su gracia al deseo era evidente en su tono. Cosa que molestaba a el alfa.
Anteriormente, el moreno le otorgo un supresor para que no hubiera problemas pero, ella no quiso tomarselo, esto para terminar en una situación sexual con el hombre, cosa que aún no logra. Aunque parece ser que, en cualquier momento, el pelicafe se dejaría manipular por el exquisito aroma que desprendía la fémina. Su mente se volvía borrosa, sus instintos se desataban, era todo un infierno; agregándole el hecho de que aún la chica no está marcada, eso hacia generar una atracción no requerida. Deseaba que alguien lo parara en estos momentos, no quería que una oficinista se involucrase con él, El Director General de los Recursos humanos de la empresa, se metería en un gran escándalo si llegaba a cruzar la línea.
── Por favor, solo una vez, no le impondre problemas. — Ya estaba lo suficientemente cerca como para tocarlo con esas finas manos bien cuidadas, exploraba su pecho masculino con todo el gusto del mundo. Aquino seguía resistiéndose con dureza, la empujo con suavidad procurando que no utilizará su fuerza bruta tan intensamente.
── Le dije que no quiero, no lo deseo. Aléjese. ── Exclamó en un tono fuerte, no tanto como para usar su voz dominante, pero lo suficiente como para hacerla mantener la distancia.
── ¡No sea terco! Vamos, déjese llevar... ── Corto el espacio entre ellos nuevamente, al punto de quedar cara a cara, a tan solo milímetros de la mujer. Estaba apunto de follar con una omega descontrolada, no había vuelta atrás. Ambos se besaron con sutileza, aún seguía siendo un quisquilloso en cuanto sus pensamientos, aún así, quizás la fémina lo dejaría en paz si solo se acostase con ella, nada más que eso.
