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The first of the devil with the devil

Frío....
Simple pero fuerte frío, era lo que se sentía en la ciudad durante aquella época del año, época con lluvias más constantes de lo usual y bajones de temperatura bastante abruptos al llegar la puesta de sol. Es precisamente estos bajones de temperatura lo que daría al inicio de nuestra historia, historia en la cual un chico le dejaría a una chica un conjunto de libros que el ya no quería y que se los dejo a su amiga porque sabía que está los disfrutaría más que el seguramente, así que con un beso en la mejilla el chico se despidió y se fue mientras se acomodaba el cuello de su abrigo y las mangas de este para taparse del frío, mientras la chica se quedó mirando los libros un poco mientras emprendía la marcha devuelta a su casa, donde una ves cerro la puerta y echo seguro, se quitó el peso de los libros de encima y fue a cambiarse de ropas mientras encendía su aire acondicionado para calentar un poco el ambiente jelido que ya estaba generando el exterior hacia dentro de su casa.
Una ves más cómoda, la chica de nombre Terry por cierto, se puso a leer tranquilamente cada uno de los libros, mirando de ves en cuando hacia su ventana para ver cómo bajaba el sol lentamente dando lugar a distintos tonos de luz cara ves más tenues que entraban por la ventana. Acabado el penúltimo libro y con el sol ya fuera de vista, Terry bajo las cortinas de la ventana luego de echar el seguro y ya se disponía a leer el último libro, el cual venía adornado en la tapa con el típico pentagrama y la cabra usados en películas de rituales, pero antes de eso Terry fue a prepararse un cafe para disfrutar un rato más de su lectura y fue ahí que mientras daba un sorbo tras otro a la taza mientras se enfriaba y ella llegaba a la a las últimas páginas del libro que por más ritualesco que se viera, no llamo mucha de la atencion de Terry y está ya solo leía para acabar el libro y dormir. Aunque claro que nuestra historia no acaba ahí, si no que llegando a las últimas tres páginas del libro, Terry pareció interesarse cada ves más por lo que leía hasta el punto donde solo por ser meramente curiosa, busco los materiales que pedía una listita en una página y dicho y echo, la peli azul ya se encontraba sentada en medio de un círculo de sal con velas y una tiza en la mano con la cual empezó a dibujar el símbolo que según la penúltima página, serviría para llamar a un demonio bastante particular.

Luego de darle otro vistazo a las indicaciones, Terry dio inicio a lo que ella pensó era una simple tontería que le llamó la curiosidad.
Dibujo el símbolo, prendió las velas y se metió en el círculo de sal a ver qué pasaba, y no tuvo que esperar mucho a decir verdad ya que el símbolo se puso reluciente, tanto como las propias velas e inclusive un poco más.