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Las anomalías entran al bosque, hacen una fogata y arman sus tiendas de acampar. Gulf los observa hablar y reír mientras comen carne junto a una pasta de aspecto desagradable. Gulf olfatea el aire y saca la lengua con asco.

Cuando todos los doce hombres duermen, sólo queda el rubio, limpiando el artefacto con un paño. Ese hombre tiene brazos fuertes y 'dos pozos' que ocultan sus ojos, según Gulf.

—Es hora de irme. — Gulf descuelga una pierna y se congela al ver cómo el hombre se levanta y apunta al árbol en el que está. Sin embargo, parece que no lo ha visto, porque no hace nada. Gulf aguanta la respiración aunque tenga el corazón en la garganta.

El hombre le da la espalda a la arboleda. Permitiendo que Gulf vuele de regreso hacia su aldea.

· · ─ ·𖥸· ─ · ·

En la mañana, Gulf duerme pacíficamente cuando Nelfa lo sacude desesperada. —¡Yo no fui! — Niega los actos en sus sueños y despierta. —Mamá. ¿Pasa algo?

—Graset y Rionfa, hijo. Tu padre sabe de lo tuyo con Mew. Él con un grupo de aves han salido a guerrear con los leones. Me temo que no te hará nada porque eres su hijo, pero descargará su ira en los leones.

—¡Mew está en peligro! — Gulf corre a la puerta de la casa cuando voltea confundido. —¿Tú no piensas que soy un monstruo, mamá?

Ella niega y se detiene frente a él para acariciar sus mejillas. —Sin importar cuánto crezcas, siempre serás mi bebé. Siempre te apoyaré y admiraré tu necesidad de conectar con otras especies cuando tu padre ha perdido eso. Eres un líder, Gulf. Mientras tu pareja te ame y sean felices, sólo veré su alma.

—Gracias, mamá.

—Ve por él, hijo. Ten cuidado.

—Tú y los demás cuídense. Ayer llegaron personas no animales. Anomalías.

—Bien. Les avisaré a los otros. Ve.

· · ─ ·𖥸· ─ · ·

Graset y los demás tienen a Mew y Rionfa cautivos al margen de un acantilado mucho más alto y mortal. De rodillas con las manos atadas detrás de la espalda y rasguños por doquier. —Tu hijo abusó de mi hijo. Manipuló su mente y lo sodomizó bajo su asqueroso cuerpo de caníbal. — Graset acusa.

—¡Mi hijo no ha cometido mis errores! Y jamás habría abusado de Gulf. Es un buen amigo de los leones. — Rionfa defiende, recibiendo el impacto del asta de la lanza. Él escupe sangre y gruñe.

—¡Deja a mi papá! Estás enojado conmigo, ¡gasta tu energía en mí! Hazme el culpable de tus mentiras y el villano de la historia que cuentes como si Gulf no tuviera voz propia. Al hacerme esto, le fallas a tu hijo. — Mew escupe sangre.

—Si es para protegerlo entonces, con gusto. — Graset levanta la lanza cuando Gulf se entromete implorando misericordia y desmintiendo a su padre. Diciendo que él sugirió el acto del apareamiento en lugar de Mew. —Porque lo amo. Eso es lo que las parejas hacen cuando se aman. Así me lo enseñaste tú. Le he dedicado mi vida desde el momento en que rearmó el collar para mí. Ellos pueden ser amigos de las aves. Juntos somos fuertes.

—Llamas inocentes a quienes masacraron todo un nido de Anacondas la noche anterior. No dejaron ni las crías.

—Pero Mew estuvo conmigo anoche...

Graset lo abofetea y Gulf cae sentado al lado de Mew. El león cuestiona su bienestar y ante la respuesta positiva, el ave lo abraza. —Papá, en lugar de centrarte en esto, deberíamos vigilar a las anomalías que entraron a la isla. Personas no animales. ¡Las vi ayer!

El Pájaro y El León• MewGulfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora