- Capitulo 39 - Familia

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Jueves, 5:40 AM

Melo

Siento un par de dedos tocándome los labios, puedo oler su perfume, huele tan delicioso como siempre, separo los labios haciéndome la dormida y volteo mi cuerpo por completo para que tenga acceso total, espero que se acerque y me bese pero no lo hace, traigo la pijama más corta que tengo, no tengo bra y me puse perfume especialmente para él, salió sin hablarme, molesto pero lo esperé por horas, espere contando los minutos hasta quedarme dormida. 

—Abre los ojos que no estás dormida.— Me dice. 

Suena raro, reconocería la voz de un borracho a millas, y aun así me conoce; chupo el dedo que mantiene en mis labios y escucho el jadeo que suelta cuando succiono moviendo la lengua en círculos por toda la punta. Suelto el dedo lentamente y beso la punta antes de que pueda retirarlo por completo.

 —Te divertiste?— Pregunto.

 —No me hables, quitate la ropa.—

Podrá estar borracho, pero definitivamente sigue molesto, no me habla con ternura, no me mira como me gusta. —¿Sigues molesto bebe?.— Pregunto y se levanta torpemente,  puedo ver lo ebrio que está; se tambalea mientras desabotona su camisa. 

—Que no me hables, a mi no me hables, desnudate, te voy a recordar quien soy y porqué deberías amarme.— Se quita los pantalones y el boxer blanco le queda tan bien, las piernas musculosas, los abdominales, no se por que mierda me parecen tan atractivas las cicatrices que le cubren el abdomen, tiene decenas de pequeñas cortadas y algunas más grandes, el tatuaje con la bandera rasgaday la espiral del Nitai sombreado en el fondo, en el lado izquierdo del abdomen, Dios mío quiero recorrerlo con la lengua, no se por que estoy tan caliente últimamente, lo normal es que las pastillas me quiten la libido, pero no puedo dejar de pensar en el, de desearlo; no puedo apartarme de él.

—Jeff, ni siquiera entiendo por qué estas molesto.—

—¿No entiendes?— ríe inclinando el cuerpo hacia atrás y me levanto rápido cuando se tambalea como si fuera a caer— No entiendes, te estoy poniendo el alma en las manos; es todo lo que hago, decirte y probarte que te amo y tu... A ti eso no te importa, ni me sonríes, no me quieres a menos que estés caliente, yo quiero besos y abrazos, no solo sexo; quiero que me beses cuando llego y que me digas que me amas.—

Estamos cerca y le sostengo los brazos para que no siga tambaleándose, tengo que llevarlo al baño y a la cama. 

—Pero ni me miras... No comes lo que te traigo pero lo que él te trajo lo comiste por días, le hablas en las mañanas, le deseas buenas noches, le cuentas tu dia;— continua— desnúdate rápido y abre las piernas, hoy me dirás que me amas.— Habla rápido y parece más una discusión consigo mismo, me pregunto si me necesita para esto, porque ni me mira mientras habla. —No quieres tener cenas conmigo, no quieres salir conmigo, ni siquiera me das los buenos días, no me cuentas nada; y a ese estupido hasta le cuentas de tus visitas con el doctor ese.—

 Yo hablo más con él que con nadie; no le cuento algunas cosas porque no quiero preocuparlo, no quiero causarle más problemas, de por si se la pasa llamándome loca, no necesito que tenga pruebas de que lo estoy. 

Está muy borracho, está hecho un desastre y ahogado en alcohol, necesito meterlo a la cama. 

—Desnudate, voy a hacer que grites que me amas, maldita sea.—Continua. No me gusta verlo así, se tambalea, no se está cayendo pero empezó a gritarme, y tiene los ojos apenas abiertos,  retrocedo cuando se acerca demasiado rápido; los recuerdos de David borracho, golpeándome, obligandome a hacer cosas con él intentan asomarse pero él no es David, es mi amor, el no haria algo asi. 

Eros -BorradorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora