Este chico me miraba a través de sus lentes oscuros, con una cínica sonrisa.
Algo en él se me hacía terriblemente familiar.
En su mano estirada, mostraba mi beanie. Algo sucio.
No pude adivinar mi expresión, parecía congelada. Me sentía congelada.
La buena noticia es que si este hombre intentaba hacerme algo, tendría a unos dos niños que pasaban por allí, de testigos.
-Eh. ¿Q-quien e-eres? -pregunté titubeante.
Mi voz salió terriblemente estúpida.
Cuando estaba nerviosa, era fácil notarlo. Mi voz se volvía más absurda y tartamuda de lo normal.
Mientras mi corazón amenazaba con salirse de su lugar, el chico misterioso me miraba tranquilamente, con un toque de diversión en su indescifrable rostro.
-T-te p-pregunté algo. -intenté sonar firme. Intento fallido.
-¿No me reconoces? Vamos, mírame bien.
Él se quitó la gorra, y sus lentes oscuros.
Lo miré bien, ahora sin miedo.
Era él.
Mi mejor amigo.
El que siempre me hizo reír con sus bromas, quien estuvo allí siempre.
El chico que desde los ocho años me enseñó que la verdadera amistad sí existe y dura para siempre, y hoy, nos volvemos a encontrar.
Me miraba, con una tierna sonrisa.
Era él, Harry Styles.
Su gorra mantuvo sus rizos bien apretados, y no me fue difícil distinguirlo porque los lentes oscuros que llevaba, no me daban la oportunidad de ver, una vez más, sus ojos color esmeralda.
Pero este Harry ahora no tenía dieciséis años.
Su cuerpo alto y algo más musculoso. Su cabello estaba diferente, ya no lucía como gato enmarañado de secundaria. Debo admitir que incluso se veía guapo, mucho.
Él sonreía, esperando alguna reacción por mi parte. Pero estaba tan sorprendida, que ni siquiera pensé qué hacer.
Lo abracé.
Lo abracé por todos esos años que estuvimos sin vernos, lo abracé, pidiéndole que por favor no me dejara sola, otra vez.
Lo abracé tan fuerte, que incluso pensé que le iba a sacar la tripa por el ano.
-Bo-bonnie... No puedo... Respirar... -murmuró él con la voz entrecortada.
-Ah, lo siento. -me separé de él mientras reía bajito.
Harry sonrió mientras recuperaba su compostura, y me miró.
-¡Mírate! ¿Cómo es que tú...? ¿Es que...? -por lo visto, él no podía asimilarlo- ¡Estás aquí! -chilló como adolescente enamorada y me abrazó de nuevo- Tenemos mucho de que hablar.
Correspondí a su abrazo. Luego nos separamos cuando ambos nos levantamos y comenzamos a caminar por aquel parque. Tomé el beanie y lo guardé en mi bolso, junto con mis gafas negras.
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Enamorando a Verónica → zayn
Fanfiction"¿Te vestirias de mujer sólo por amor? Zayn Malik sí lo haría." Antiguo: ¡Creí que eras Verónica! Queda prohibida la copia parcial o total de esta obra. Registrada en Safe Creative bajo el código: 1501032899666.