𝙁𝙪𝙨𝙝𝙞𝙜𝙪𝙧𝙤'𝙨 𝙃𝙖𝙡𝙛 𝘽𝙧𝙤𝙩𝙝𝙚𝙧.
¿𝙈egumi tiene un medio hermano?
𝙇a sangre de dos de las familias más importantes y poderosas del mundo de la hechicería corren por sus venas. 𝙐n prodigio en toda la extensión de la palabra.
¿𝘾uál e...
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─Disculpe─ un pequeño Yusuke tiro de la ropa del hombre pelinegro con sus manitas, esperando captar su atención.
El hombre alto y musculoso agachó su cabeza para ver a la causa de su interrupción. Era un infante de aparentemente 4 años, vestía una Yukata infantil para varones, pero su rostro era muy delicado con pestañas largas adornando sus hermosos y grandes ojos azules, a demás de que su cabello estaba algo crecido y alborotado. Por un momento pensó que era una niña si no hubiera sido por su vocesita.
Yusuke al tener la atención del hombre continuo ─¿Quién eres? ¿Has visto a Satoru-san y Suguru-san?─ el pequeño niño infló sus mejillas rojas en un puchero. Se suponía que había ido a la academia a recibirlos después de su larga misión, pero ya había esperado mucho y no había rastros de ninguno.
El hombre se quedó unos momentos pasmado mirando los ojos del niño, cuando recobro consciencia su rostro se relajó mostrando desinterés ─Oh, ¿hablas del mocoso de pelo blanco?─ Yusuke asintió, sus ojos se iluminaron al ver que el hombre conocía a Satoru. El hombre sonrió enorme al ver al niño ─Esta muerto. Yo lo maté.
El mundo del pequeño Yusuke se detuvo por un momento, ¿había escuchado bien? Satoru estaba... ¡No! Debía ser un error, él es el más fuerte.
Yusuke iba a replicar, pero la sonrisa del hombre se hizo más larga y sombría. Fue entonces que notó su ropa manchada de sangre, una cosas horrible que se enredaba en sue cuello y su aspecto desalineado... como si hubiese peleado recientemente.
Ahora entendía todo el alboroto que había escuchado minutos atrás.
Sus ojos se llenaron de lágrimas y sus mejillas se inflaron. Apretó sus puñitos con impotencia y eso solo hizo que Toji se sintiera satisfecho.
A leguas se notaba que el niño era un privilegiado y mimado, eso solo le daba asco. Se enderezó y se alejó regresando a su camino, ignorando el desgarrador llanto del niño y las pequeñas pisadas que indicaban que había corrido lejos. Tal vez a buscar el cuerpo de Satoru Gojo.
Momentos después, Gojo no tuvo piedad con Toji por haber hecho llorar a su pequeño.
Aunque Satoru estaba bien, Yusuke no se había querido despegar de su lado después de que Satoru volvió por él, alegando que iba a protegerlo. Yusuke había estado muy asustado cuando aquel hombre malo le había dicho que mató a Satoru.
Aun era difícil dejar de lagrimear, solo fue hasta que Satoru lo cargó en sus brazos y lo llevó a su habitación en el complejo que pudo quedarse dormido.
Ya recostado en su cama con el pequeño Yusuke a su lado, Satoru contempló el techo. Estaba agotado, física y emocionalmente, había sido un día largo con muchas emociones. Debía ser fuerte, debía actuar como tal. Fingiria que la muerte de esa muchacha no le afectó en lo más mínimo. Al fin y al cabo, era algo de lo que debía acostumbrarse.
