𝐏𝐨𝐥𝐨𝐬 𝐎𝐩𝐮𝐞𝐬𝐭𝐨𝐬 • ᵈᵉᶜᵏᵃʳᵈ ˢʰᵃʷ

01

𝗧𝗢𝗞𝗜𝗢, 𝗝𝗔𝗣𝗔𝗡

LOS TORETTO LLEGARON A UN ESTACIONAMIENTO al parecer los japoneses iban allí a correr y esas cosas, música, autos, mujeres bailando con poca ropa era lo único que veías en ese lugar. Un chico moreno se acercó a nosotros, no recuerdo el nombre pero Dom pidió competir con uno de ellos.

Unos minutos después, un chico extranjero, porque no tiene rasgos asiáticos por ningún lado, se acercó a nosotros.

- Me dijeron que querías competir conmigo, y que conocías a Han - comentó mirando al hombre a mi lado.

- Exacto - dijo simple.

- Iré a dar una vuelta - dije mientras me dirigía al ascensor.

Salí de aquel lugar y me dispuse a caminar por las calles de Tokio, todo era tal como Han me lo había descrito, las calles con abundante gente, puestos de comida en cada esquina y muchas luces que iluminaban todo el lugar. Probé una qué otra comida, también entré en uno de esos arcade de los que Han siempre me hablo.

Estaba tan concentrada caminando qué no me di cuenta en el momento que entre a un callejón oscuro, me detuve al escuchar unas voces, levante la mirada viendo un grupo de hombres tomando y fumando, al darse cuenta que los veía no dudaron en acercarse a mi, hablaban en japonés pero no había que ser muy inteligente para suponer de que hablaban.

De pronto los cinco hombres me rodearon, trataba de salir pero no tenía escapatoria.

Hasta aquí llegue

- Nē, kanojo o hanatte oite kudasai. - escuche la voz de alguien, recé a Dios para que ese alguien sea mi salvación.

El desconocido tomó la muñeca de uno de ellos para luego hacerle una llave, con eso bastó para que el resto de los hombres se fueran de ahí.

- Cass ya todo paso.

No lo puedo creer, esa voz, esa voz yo la conozco, él es ¿Han?. Imposible, el murió, a mi mejor amigo lo mataron.

- Mirame Cass, soy yo - levanté la cabeza, la poca luz que entraba al callejón iluminó su cara.

- ¿Han? - murmure acercándome más, el estiró su mano, la tome sintiendo su tacto, era él.

No lo dude y lo abrace, sentí sus brazos rodear mi cintura y su barbilla colocarse en mi cabeza.

- Como es posible, tu estas muerto - dije entre lágrimas.

- No tengo mucho para explicar, nadie absolutamente nadie puede saber que estoy vivo, Cass toma esto - me entrego una tarjeta - alguien los va a ayudar.

- Quien? - pregunte confundida.

- No te lo puedo explicar, cuando lo veas acuérdate de mi, me tengo que ir, pero recuerda que te quiero Cass y debes de guardar este secreto - pidió.

Asentí con la cabeza - ¿A donde iras Han?.

- Lejos de aquí, no puedo volver por ahora, adiós Cassie.

Nos despedimos con un último abrazo, Han salió del callejón tomando un camino diferente, Han estaba vivo y solo yo sabía eso, salí de allí caminando de regreso con Dom

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Ambos volvimos a California, nos encontrábamos en el cementerio en el funeral de Han, aunque supiera la verdad no podía decirle nada a mis amigos.