Después de que los rocosos arreglaran todo entre ellos después de la revolución lunar, Tierra le dio un regalo a Mercurio como agradecimiento por ayudarlo.
Era una pulsera hecha con flores. Ni Mercurio ni Tierra tienen idea de cómo hay flores en el espacio, pero les dio igual, sobretodo al planeta más pequeño, el solo se quedo admirando las bellas flores que provenían de la tierra.