Notas y sonrisas.

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¿Sabías que? Los pulmones de
un adulto pueden contener
hasta 6 litros de aire.

¿Sabías que? Los pulmones deun adulto pueden contenerhasta 6 litros de aire

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Paranoia - Neoni

A lo largo del fluir del tiempo, Aiden se despertaba con una sonrisa de satisfacción completa. No fue un mal día y eso, lo agradece por completo, después de todo, podría catalogar como uno de los mejores días que tuvo -si no es que fue el mejor-.

La sensación de renovación le invadió como una ligera brisa sobre un campo lleno de flores. Aquella conversación tan profunda que había logrado tener con Liam la noche anterior, le marcó de una forma linda, haciéndole apreciar aún mucho más aquella amistad que compartían. Es por eso que decidió comenzar el día de una manera especial -sin sonar acosador, o eso trataba-.

Se dirigió más temprano que de costumbre a aquella cafetería para visitar a Liam, lo normal en amigos -si es que era de amigos que el corazón se acelerará al verle como si tuviera algún problema cardíaco-.

Los pájaros cercanos cantaban al son de la brisa ligera, la cual envolvía los árboles, haciéndoles bailar. Algunas mariposas envolvían sus hojas y otros insectos seguían sus rumbos naturales, algo que Aiden notaba más que otros días. La emoción le ganaba a veces y ese día era uno de esos.

Ocultando sus nervios a través de canciones entre balbuceos, llegó finalmente a la cafetería; encontrando a Liam detrás del mostrador, estando ocupado tomando pedidos a los clientes matutinos. Aiden se acercó con una sonrisa de oreja a oreja y esperó pacientemente hasta que Liam notó su presencia.

— Buenos días bella durmiente — alardeó Liam mientras subía y bajaba las cejas con una mueca divertida en el rostro, cosa que le provocó un color rojo en las mejillas al menor. — ¿Qué hace alguien tan conocido por este rumbo?

Aiden le entregó a Liam una pequeña caja envuelta en papel colorido, ignorando su nerviosismo palpable. Maldito Liam, pensó con vergüenza.

—Solo quería traerte algo. Abre esto.

Liam abrió la caja con curiosidad y encontró dentro una libreta elegante y una pluma estilográfica. Levantó la mirada hacia Aiden, sin palabras por el gesto.

A que no te esperabas esto putito.

—Es una libreta nueva para que anotes todas esas grandes ideas que tienes mientras trabajas aquí —explicó Aiden—. Y la pluma porque... bueno, parece apropiado para alguien tan meticuloso con los detalles como tú.

Liam examinó los regalos con admiración genuina, mientras en su pecho, su corazón latía desbocado.

—Gracias Aiden, esto es realmente increíble. No esperaba nada así. — la sonrisa que le regaló fue suficiente para terminar de fundir los circuitos del contrario. Aiden sonrió, contento de haber acertado con su sorpresa y disimulando su nerviosismo.

—Me alegra que te guste. Quería agradecerte por ser un gran amigo y por la tarde de ayer. Fue realmente genial.

Liam asintió con gratitud, sintiéndose abrumado por la bondad de Aiden.

—Gracias a ti también, Aiden. Me alegra que hayamos pasado ese tiempo juntos.

El resto del día transcurrió con una suavidad reconfortante. Aiden se quedó en la cafetería durante varias horas, disfrutando de su café habitual y conversando con Liam entre atender a los clientes. Notó cómo Liam usaba la libreta y la pluma para tomar notas meticulosas y apuntar pedidos, y cada vez que lo hacía, Aiden no podía evitar sentirse satisfecho de haber hecho ese pequeño gesto.

Durante el almuerzo, Aiden sugirió dar un paseo por el parque cercano. Liam aceptó sin dudarlo, necesitando un descanso de la cafetería por un rato, además; si había alguien más trabajando ese día. Caminaron entre los árboles, disfrutando del aire fresco y compartiendo historias de sus vidas. Aiden aprendió un poco más sobre la infancia de Liam, acerca de sus sueños de juventud y las pequeñas cosas que lo hacían feliz.

—Siempre he sido un poco nerdo cuando se trata de organización —confesó Liam mientras caminaban por un sendero sombreado—. Me gusta tener todo bajo control, y esta libreta es perfecta para eso. Gracias de nuevo por pensar en mí.

Aiden sonrió, sintiéndose más cerca de Liam que nunca. El amarre funcionaba, joda.

—Eso es algo realmente genial. Y no tienes que agradecer. Me alegra que te haya gustado el regalo.

Después de su paseo, regresaron a la cafetería donde Liam debía continuar trabajando. Aiden se despidió con la promesa de verse pronto y se marchó con el corazón ligero, sabiendo que había hecho algo bueno para su amigo.

Esa noche, mientras Aiden se preparaba para dormir, recibió un mensaje de Liam. Abrió el teléfono y leyó las palabras de agradecimiento y aprecio de su amigo. Sonrió para sí mismo, respondiendo con una breve nota de vuelta antes de apagar las luces y dejarse llevar por el sueño reparador.

Aiden sabía que las amistades como la suya con Liam eran preciosas y no debían darse por sentadas. Había encontrado en él no solo un compañero de videojuegos y risas, sino también un apoyo incondicional y una conexión genuina que valoraba más que cualquier cosa. Con esa reflexión reconfortante, se durmió, sabiendo que cada sonrisa compartida y cada pequeño gesto de amistad hacían que la vida fuera mucho más rica y significativa.

 Con esa reflexión reconfortante, se durmió, sabiendo que cada sonrisa compartida y cada pequeño gesto de amistad hacían que la vida fuera mucho más rica y significativa

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Algo cortito, pero necesito que la relación avanceeeeee. Es todo por hoy, nos leemos hasta la siguiente actualización -si, adelante acualización pero mañana tmb subo-.

- Lilith.

Melodias del corazón ✶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora