𝗖𝗜𝗚𝗔𝗥𝗘𝗧𝗧𝗘𝗦 | 𝐓oll

𝟬𝟴 | 𝐈 𝐜an 𝐭rust 𝐲ou?

Bill.

Estaba sentado en mi escritorio con montañas de cuadernos y libros. Ahora estaba ahí, mordiendo un lápiz tratando de concentrarme en... en todas las materias existentes, pero no podía, mi cabeza no era capaz de entender con tanto en que pensar.

Revisaba mi celular un par de veces, claramente esperando alguna señal de Natalie, pero nada... No sabia que hacer, su foto de perfil nisiquiera me aparecía, y era una clara señal de que me había bloqueado, aunque no estuviera del todo seguro.

Sin más, solo me dispuse a tratar de distraerme en mis estudios. Por otro lado, lo que me rondaba la cabeza era el encuentro intimo que había tenido... Fue muy diferente, al terminar en vez de apartarme, me había quedado ahí, dejándome cautivar por las estrellas que yacían en sus ojos.

. . .

- ¿Te vas a quedar así? - Pregunto con una expresión desconcertada y con algo de gracia.

Solo sonreí de manera leve, luego solo lo volví a besar deseando perderme y olvidar todo. Realmente ayudaba más que el humo de un cigarro para aliviar el estrés y nublar tu cabeza. Sus manos acariciaban mi cintura, y pude denotar como sonreía durante el beso, lo cual me contagio.

Después de un largo rato, tuve que lamentablemente dignarme a irme a mi asiento y acomodarme la ropa. Después de eso solo me quedé echado ahí con cansancio.

- No estás del todo solo.

- Sí, claro. Eres el único que está ahí...

Tom se rió en su asiento.

- Y no me iré.

Yo solo sonreí y sin prestarle mucha atención arrecoste mi cabeza sobre el vidrio. Encendió el carro, y empezamos a irnos finalmente, pero en eso, me di cuenta que él había puesto su mano en mi pierna, pero no le tome importancia, no me sentía mal por ello, y estaba bien.

. . .

Después de recapitularlo mil veces, me digne a ponerme a estudiar en serio, mañana sería lunes y tendría que recuperar dos exámenes.

Mientras anotaba algunos apuntes, vi que en mi teléfono resonaba una llamada de mi madre. Honestamente no tenía ánimos de hablar con nadie en ese momento, así que simplemente la silencie. Ya la llamaría luego, aunque me di cuenta de su insistencia, ya que llamó muchas veces más.

Finalmente respondi a la llamada y la coloqué en alta voz para poder escuchar desde mi posición. Escuche la voz de desesperación de mi madre al otro lado de la línea, y yo solo hice una expresión desconcertada, agarre el teléfono y me lo lleve al oído.

- ¿Mamá, qué sucede?

- ¿Bill, dónde está tu hermano?

Justamente antes de que pudiera responderle, Tom entró a la habitación con despreocupación.

- Oye, Bill...

Se callo apenas vio que me encontraba en llamada.

- Bill, te estoy hablando. ¿Tom esta contigo? - Se escucho del teléfono.

Tom me hizo una señal de que guardara silencio y a la vez como si quisiera que no le dijera nada...

- Ehh... Él... Mamá no se donde se encuentra, tal vez lo vea por ahí.