- Capitulo 41- Humo y Sal

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5:28 PM

Ray 

Pensaba enviar por el, llevarlo al taller  y desaparecerlo, se gano la muerte desde que la llamó puta frente a mi, pero me esta dando la oportunidad de arrancarle el alma hoy, a mi que me llame delincuente, criminal; que diga de mi lo que le de la gana, esos títulos me los gane, trabaje por ellos y nunca me han avergonzado, pero llamarla prostituta, tomar el nombre de mi mujer en su asquerosa boca para insultarla, eso  no pienso permitirlo.

 El primer puñetazo le llega de lleno a la cara antes de que pueda siquiera reaccionar y retrocede sosteniéndose la mandíbula por un segundo antes de que lo tome por el cuello y lo mande al piso enterrando su espalda en el asfalto de la entrada, lo miro con una mezcla de asco y lastima mientras patea y lanza puñetazos inútiles que ni siquiera me llegan. —Te lo adverti.—

Golpeo la cara hasta que sangra por cada agujero que tiene y voy por las costillas encestando puñetazos que le hacen crujir los huesos, despues por el estómago hasta que tose desesperado buscando aire. Golpeo hasta que veo como empieza a perder fuerza y recuerdo la petición de Ruth, me levanto llevándolo conmigo por el cuello, planta los pies temblorosos en el asfalto.

—No puedes caerte así Radha;—le digo— tienes que tener más cuidado, saliste a disculparte por insultar a Ruth y tropezaste con el escalón. Es increíble lo que cinco escalones pueden hacerle al cuerpo con una mala caida.—

Veo a Manuel parado en la puerta comiendo palomitas a manos llenas y temo haberlo asustado pero sonríe con la boca llena.

—Te voy a meter a la carcel maldito animal, fui policía, tengo contactos.— dice y sacudo el polvo de sus hombros, recojo un poco de la sangre que le goteade la ceja con el pulgar para limpiarla en su propia camiseta.

—Yo también Radha, ¿Desde cuando no eres policía?, escuche por ahí que te echaron por vínculos con cierta organización criminal, ¿cuál era el nombre?...¿Me lo recuerdas?—

 Me mira con furia y veo a Ruth caminar hasta la puerta, abrazar a su hermano que le ofrece palomitas a manos llenas, las toma dedicándome una sonrisa y continuo— Se que te pagaban por dejar salir a los deportados, pero no servías para eso tampoco, te sacaron porque eras un gasto inutil en la nómina... ¿Estás mareado Radha? Parece que vas a caer otra vez.— Le pego el puñetazo directo en la barbilla y escupe el buche desangre— Tienes que tener más cuidado, estos tropezones terminaran matandote....— Parece tener dificultad para abrir los ojos con la sangre que le corre por la cara— ¿En que estábamos?, Ruth; esto es lo que haremos, vamos a caminar hasta ella y le vas a pedir perdón de rodillas, vas a admitir que eres una basura y —No se mueve, pero respira agitado, sabe que no tiene oportunidad pero ruego por que me de una excusa para golpearlo otra vez.— ruegale a Dios que te perdone, una palabra suya  y te mueres hoy.—

 —A mí no me asustas.— Escupe las palabras y tengo que alejarme un poco para que no me manche con su sangre asquerosa. 

—Radha... No intento asustarte, si quisiera asustarte te diría quién soy o te llevaría a dar un paseo, me sorprende que Daniel no te contara mas, ¿te sientes mareado? El golpe en la cabeza parece estar afectandote; — Levanto el puño e instintivamente cierra los ojos y retira la cara, ya es mio.— Creo que no, no pareces tambalearte. —

Lo veo relajar el rostro y el golpe en el estómago lo hace inclinarse casi sobre mi, vuelvo a enderezarlo.— Así es el mareo; llega de repente.— Digo.— ¿Caminamos y te disculpas o te sientes muy mareado?—

 Asiente despacio y me asquea lo fácil que se quiebran los más prepotentes.

—Bien, creo que nos llevaremos bien Radha, una cosa más;— hablo presionando el hoyo que ahora tiene en el pomulo— si vuelves a levantarle la voz, a mirarla mal, a decir su nombre para algo que no sea alabarla; te voy a cortar la lengua y metertela por el culo, si me imagino, o me llega a la cabeza algun dia que le gritas a Manuel o a su madre, daremos un paseo y volveras en bolsitas de regalo.—

Eros -BorradorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora