El Muchacho de La 27

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Me despertó el sonido de una canción de Juan Gabriel, que ponía mi mamá a todo volumen. Me sacudí el sudor de la cara y bajé al primer piso para bañarme. Eran apenas las 7 de la mañana, y los del bloque público de la escuela entrábamos más tarde, así que no tenía que preocuparme. Podía oír a mi madre cantar desde la cocina, mientras preparaba el desayuno de mi padre y el mío. Mi hermana Ximena a esta hora ya debió haberse ido a la universidad. Espero que hoy sí regrese para cenar, porque la extraño un buen. Me puse el uniforme lentamente y con pereza, porque la verdad es que tenía ganas de volver a quedarme dormido en mi cama. Lo único que me animaba para ir a la escuela hoy, era que tenía un partido de fútbol muy importante, porque decidiría si mi equipo iría a intercolegiados o no. Me senté en el comedor (Que era bastante estrecho) a comerme las enmoladas de pollo que hizo mi mamá. Sin duda, el mole de mi mamá tenía que ser el mejor mole que había probado en mi vida. Mi papá bajó las escaleras muy apurado, bañado en colonia y con el portafolio en mano. Le dió dos besos a mi mamá, y a mí solo me despidió de puñito. Acabé de comer, me cepillé los dientes y agarré mi mochila para salir. Mi mamá me persignó y me dió un beso en la mejilla antes de salir. El Instituto Santa Petra (Instituto Petra, en corto) no queda tan lejos de mi casa, así que por lo general me voy caminando, a excepción del año pasado, que me esguincé la pierna en un partido, y mi mamá me llevaba en el coche. Cuando llegué a la escuela, estaba mi novia, Clara, esperándome en toda la entrada. Clara es muy bonita, tiene el cabello negro y liso, y la piel dorada y suave. Ella tenía que ponerse de puntillas para poder rodearme la cintura, porque era bastante chaparra, pero no le gusta que se lo mencionen. Pasé todo el día partiéndome la espalda estudiando, pero la verdad, es que a mí no se me da el estudio. A mí se me da el fútbol. Para eso si soy buenísimo. Pero a veces, me gustaría ser más aplicado, como Clara. Ella me ayuda a hacer la tarea de vez en cuando, pero cuando no, me va terrible. Claro que de todos modos, no es que quiera ser profesional. Mi papá quiere que sea contador como él, ¿Pero yo? Yo voy a jugar en las canchas más grandes del mundo.

- ¿Romero?

- Uy... Perdón Miss...Me agarró tragando camote.

- Para la próxima más atención. Todo lo de esta clase viene para el exámen de la próxima semana.

- Sí... Perdóneme.

Otra vez andaba pensando en la inmortalidad del cangrejo. Que vergüenza. Salí de clase un poco aguitado por lo de antes, y sonó la cama del recreo. Salí con Clara a sentarme en la banca, cuando recibí un mensaje de mi madre.

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⏰ Última actualización: May 19 ⏰

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