★ 𝅄 𝆬 BUTCH 4 BUTCH【 𝗛𝘂𝘀𝗸𝗲𝗿𝗥𝗮𝗱𝗶𝗼 】 𝆬 𝅄 ★

Capítulo ocho: Know what we feel

Cuando la noche cayó, la gente de fue dispersando y dejando solos al par de amigos y la banda. Luego de recibir varias felicitaciones por parte de ellos, se despidieron y los dejaron solos.

Husk suspiró con alivio y se pasó una mano por el cabello. Maldición, todo había sido tan repentino pero divertido. Rió un poco cuando vio a Alastor mirando a la nada pero con una sonrisa de emoción en el rostro. Se giró a mirarlo, tomándolo de los hombros e invadiendo su espacio personal a como dé lugar, poniendo nervioso al mayor.

—¡No sabía que fueras tan bueno tocando la trompeta! ¿Cuándo aprendiste? ¿Desde cuándo sabes? ¿Formaste parte de una banda? Oh-oh, ¿¡Conociste a Louis Armstrong!? —atiborró de preguntas y con ojos brillosos, mareando levemente al de cabellos negros que se vio en la obligación de tomar de la cintura ajena y alejar al otro para que le diera su espacio pero este no se movía de su lugar.

Con los nervios de punta, Husk evitó mirar a Alastor a los ojos.

—Estás muy... Cerca.

Fue lo que alcanzó a decir, haciendo al otro dejar de ser tan invasivo y darle su espacio aunque se paralizó al percatarse de que ambas manos del mayor estaban sutilmente posadas a sus costados, poniéndolo nervioso también.

Ambos tomaron una distancia considerable del otro y se dispusieron a caminar rumbo a casa del menor ya que no era muy bueno que estuviera solo en un lugar tan lejano y tan noche. El camino fue silencioso, no habían muchas personas en la calle y solo eran ellos dos en esa acera caminando uno al lado del otro, con sus manos rozándose levemente. Husk se sintió extraño, aunque estuvieran tan cerca, nunca le molestaría que el otro fuera alguien que adoraría violar el espacio personal de los demás, incluyendo el suyo pero era un sentimiento peculiar. Una calidez extraña le inundaba el pecho y se sentía bastante cohibido cuando él estaba así se cerca.

Por otro lado, Alastor no podía sacarse de la cabeza la sensación tan... Peculiar que experimentó al momento de ser abrazado no intencionalmente de esa manera tan especial. Era reconfortante pero lo hacía dudar. ¿Estaba bien sentirse así? No quería creer que se había... Se había enamorado de su propio amigo. Él nunca ha pasado por eso, nunca antes le había interesado pero ahora y con las reacciones corporales a las que era sometido realmente empezaba a creer que así era. Se sintió un tanto angustiado. Sabía lo que pensaba la sociedad a cerca de la homosexualidad, sabía lo mucho que afectaría a su carrera y su imagen. En un suspiro entristecido, Alastor miró las hojas tiradas en el suelo, pisándolas con reprimida frustración.

—Desde hace unos años.

El menor salió de su estado deprimente al ser interrumpido por la voz ajena, levantando la vista a su amigo, el cual seguía mirando al camino.

—Aprendí a tocar la trompeta gracias a uno de los amigos de mi madre que era músico. Una vez toqué en público junto a una banda particular así como hace rato y no, no conocí a Louis Armstrong —el último comentario hizo reír al otro.

—Eso... Lo pregunté para asegurarme —dijo.

Husk bufó con diversión y con la misma espontaneidad con la que solía manejarse, rodeó los hombros de Alastor con un brazo, manteniéndolo lo suficientemente cerca como para que no sintiera mucho frío debido a que como ya era de noche el ambiente se tornaba demasiado gélido. Aunque no notó el momento en el que este se estremeció y su típica sonrisa tembló. Nuevamente esa sensación de no poder caminar bien por sí solo le recordaba lo extrañamente encantador de esta situación.

—Así que no solo sabes hacer trucos de magia o beber hasta el cansancio sin resaca —bromeó, ahora siendo él quien hacía reír al otro.

La atmósfera retornó en su calidez y confianza. Las charlas se extendieron, los pasos cada vez se hacían más lentos para no regresar a casa tan rápido, sus corazones latían por el otro sin saberlo y la luna confusa era la única testigo junto con las estrellas de aquella situación tan antinatural.