La juventud es efímera, como flores del cerezo recién brotadas, y tan hermosa como el amanecer sobre el lago.
¡El condado de Bedford (ubicado en Virginia - Estados Unidos) da la bienvenida!
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Se encontraba un joven de aproximadamente dieciseis años de edad afuera de una hermosa casa de dos pisos, había nevado en los últimos días y cuando ellos llegaron al condado dejó de nevar tanto, pero eso si, aún hay mucha agua por consecuencia de la nieve.
Se miraba algo frustrado por la nueva mudanza, odiaba mudarse. Sus padres entraban y salían de la casa con los objetos de esta transportando desde el auto hasta la casa. Suspiro cansado, había sido en vano sacar en todas las clases un diez si al final no se iban a quedar en su casa, ahora extrañaba a sus únicos dos amigos, que ahora ya no lo eran al no tener comunicación con estos.
Se bajó de aquella acera y caminó en dirección de la casa rodeando aquel "Talbot Horizon" con sus manos dentro de su sudadera y arrastrando los pies.
─ Mamá ─ llamó el menor ─, quería saber si tú puedes... ─ cerró su boca al notar que su madre estaba muy ocupada con la mudanza como para prestarle atención. Suspiro y fue directo al segundo piso.
Se encontraba un hombre de aproximadamente cuarenta años de edad y de alta estatura que estaba ajustando unas tuercas bajó la cocina.
─ ¡Pa!
─ ¿Si, hobi? ─ dijo el hombre mientras salía de la cocina.
─ ¿Cuándo me van a inscribir en una escuela? ─ dijo nerviosa jugando con sus dedos.
─ Ya lo hicimos, cariño ─ hablo con una sonrisa ─ irás a la preparatoria que queda en el centro, cerca del parque y la alcaldía.
─ oh, de acuerdo ─ no dijo nada más y se alejó de allí dando largas zancadas en las escaleras de subida.
Al llegar a su cuarto suspiro y se dejó caer sobre la cama, el cuarto era totalmente simple, la pared color blanco y el techo inclinado, odiaba el techo inclinado. Necesitaba espacio para sus pósters de Queen, Michael Jackson y ABBA.
Se acercó a aquella caja y comenzó a sacar aquellos pósters para medir dónde los iba a pegar, su escritorio, armario, plantas y discos también necesitaban un buen espacio para ser admirados.
No tenía mucho tiempo, debía ir a conocer el condado y el tiempo estaba medido, debía terminar dentro de cinco minutos, ir a almorzar a las doce, arreglar aquella bicicleta e ir a conocer el lugar.
Según sus cálculos si el no come tenía más tiempo para ver el condado y hacer amigos, lo que en serio deseaba era hacer amigos y cuando llegaron todos fueron muy amables.
