En realidad, si Loid es espía... No puedo enojarme con él. Soy una asesina a sueldo después de todo. Pensó Yor.
Era el único tema en el pensar desde que se fue corriendo a la hora del almuerzo. Una parte de ella, estaba negada a siquiera pensar que podría ser así. Pero la otra parte de ella estaba sospechando de su esposo.
Loid un espía. Era ilógico para ella. Aunque si lo pensaba más; ella se convirtió en asesina en esos diez años. Había una mínima posibilidad... De qué él también se convirtiera en algo para poder sobrevivir. Sin embargo, para ella no tenía sentido; Loid tenía treinta años, Anya seis, lo cual significa que Loid tuvo a Anya a los veinticuatro, probablemente la madre biológica de Anya uno o dos años menor que él, lo cual significa que se conocieron en la universidad.
Loid no podía ser un espía. Él era y es un hombre normal, alguien que conoció a una mujer y tuvieron una hija juntos, la vida le arrebató a su esposa y luego Yor llegó a ellos. Él es normal, no es como ella; la que tuvo que convertirse en algo horrible para sobrevivir.
Ella es la asesina.
Su hermano es de la SSS.
Pero Loid es un hombre normal.
Ella lo cree.
Anya era prueba de ello.El resto del día, su corazón no dejo de latir ansiosamente en su pecho, como una constante presión en ese lugar que la hacía menos eficiente, el mínimo ruido la asustaba o todo se sentía muy intenso. Sus manos temblaban, suave, pero constantemente y sus ojos no paraban de ser cristalinos. Es por eso que antes de volver a casa, tuvo un largo tiempo en la plaza cerca de casa, para intentar despejar su mente y dejar de pensar.
Aunque todo fue en vano de todas maneras.
Yor abrió la puerta del apartamento y encontró las luces prendidas y todo se encontraba en silencio. Anya y Bond probablemente ya se encontraban dormidos, ya era bastante tarde para una niña. Entonces escuchó platos chocar entre sí y el grifo abierto. Loid aún estaba despierto. Soltó un suspiro y cerró la puerta con su espalda, sacudió la cabeza y caminó por el lugar hasta ver a Loid en la cocina limpiando todo lo que ensucio.
Él estaba de espaldas, su suéter azul remangado hasta los codos, no había cicatrices esparcidas por su antebrazo. Nada como ella tenía en todo el cuerpo.
Yor se acercó a él, notando que él la miró sobre su hombro y le sonrió. Cómo siempre.—Bienvenida... ¿Tienes hambre? Te guarde un plato de comida _dijo, su tono de voz es el mismo que siempre, calmado.
—Perdón por llegar tarde, el trabajo hoy me entretuvo —murmuró ella.
—No te preocupes, yo entiendo.Antes de que él pudiera darse la vuelta y verla a los ojos, Yor abrazó su cuerpo en un rápido movimiento, enterró su rostro entre sus omóplatos, las lágrimas salieron de sus ojos, ni siquiera las pudo controlar. Enterró más el rostro en su espalda ahogando sus lágrimas en su suéter azul.
Él no es espía, él es mi esposo, él padre de Anya, la persona que estuvo conmigo... Él es el único que puede amarme tal y como soy.
—Hey... ¿estás bien? —preguntó, tomando las manos de Yor con las suyas en su abdomen.
Yor asintió con la cabeza rápidamente.
—Sí... Lo siento —ella intentó alejarse de él, pero no la dejó.
—Esta bien... No tienes porqué disculparte —él mantuvo sus brazos alrededor de su cuerpo.Yor enterró más su rostro en él, sintiendo el tejido suave de la lana contra su rostro, inhalando su olor a menta, las lágrimas parecieron desaparecer. Al menos por ahora, no quería preocupar a Loid.
Aunque su corazón se sentía un poco inquieto.
—¿Quieres hablar de lo que pasó? —preguntó, suave.
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Fragmentos de ti.
FanficTwilight ha sido un espía durante diez años, enfocado únicamente en lo que depara el futuro. No se permite perder tiempo en el pasado que no recuerda. Sin embargo, todo eso cambia cuando está cerca de Yor. Cada vez que está a su lado, su mente va a...