Lee Namra tiene una misión, descifrar si el sospechoso del caso es culpable o si sólo es un empresario.
Shi Oh tiene otra misión, vengarse.
Ambos sin saber esto del otro. El se casa pensando que es una chica ingenua y ella se casa pensando en arre...
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Nam Ra
Caigo al suelo mareada y mis manos temblorosas se niegan a ayudarme a levantarme.
—— ¡Tuve que criarte sin nada a cambio! — me toma de el cabello con fuerza cosa que me hace cerrar los ojos liberando lágrimas. —
—— Suéltame... — susurro y me lanza de nuevo al suelo. Cierro los ojos y llevo mis manos a mi estómago — Haz lo que quieras... — susurré arrodillada en el suelo aún con mis manos protegiendo mi estómago — Pero no me toques... — pido entre susurros sintiéndome débil. Se queda callado, se da cuenta y ríe sorprendido —
—— ¿Estás embarazada?
—— ¿Crees que me quedaré de brazos cruzados? — le pregunto ignorando su pregunta — Arruinaste mi vida...sabías que nadie podría amarme en este mundo, ¡y me entregaste a un asesino mafioso!...esto solo se arreglará si uno de los dos muere... tal vez lo esté... — respondí a su pregunta — Pero estándolo o no... Voy a vengarme de todo esto... — eleva una ceja y se acerca —
—— ¿Y qué vas a hacerme? No puedes llamar ahora a tu esposo mafioso para que haga todo por ti ¿o si? — negué sonriendo sintiendo mi cabello sobre mi rostro —
—— Puedo esperar los meses que sean para verte suplicándome perdón. — el sonríe —
—— Sonaste justo como tú madre... Finalmente sacas tu verdadero rostro, Nam Ra. Lo enferma está en tu sangre, justo como tú madre. — se me acerca sonriendo —
—— ... — no sé de dónde saqué el valor, pero lo escupí. Eso lo hace retroceder en silencio. Se seca el rostro asqueado y me otra cachetea que me hace sangrar por mi labio. —
Ya tenía muchos moretones y golpes. La esquina en mi frente sangraba y ahora mi labio. Pero estaba bien... no iba a dejar vencerme como cuando era niña...
—— Ahora que lo pienso... — pasa una servilleta sobre su mejilla con su sonrisa — Tienes razón...si uno de los dos muere, esto acabará. — antes de hacer algún movimiento para huir, me toma de la camisa, me levanta y me pega con fuerza contra la pared. Lleva sus manos a mi cuello y comienza a apretar con fuerza — Muere... ¡Tienes que morir! Después de todo lo que pasé por ti. —no pude evitar comenzar a reírme aunque estuviese llorando. Tenía tantas emociones encontradas, Pero sentirme herida sobrepasaba todo lo demás — ¿Te ríes? ¿¡De qué te ríes!? ¿Esto te parece gracioso? — me sacude con fuerza y aprieta cada vez más mientras que sigo riendo — ¡Deja de reírte! ¡Lee Nam Ra, Deja de reírte!
—— ... — lo miro a los ojos dejando de reírme — No voy a morir... No todavía... — susurro sin aire que inhalar —
—— ¿Qué estás diciendo? ¿¡Por qué no te mueres!? ¿Qué rayos pasa? — mis lágrimas salen y mi corazón desea que todo fuese diferente, pero no era así —
