No se recuesta; se sube a horcajadas sobre mis piernas y envuelve solo uno de sus brazos en mi cuello, evitando mi hombro ahora vendado, me besa los labios con delicadeza, lento, suave; antes de rozar su nariz con la mía.
Besa mi rostro suavemente y siento como me cae el estómago cuando pasa la lengua por el lóbulo de mi oído, debo saber horrible, he sudado y estoy salado, el humo, la sangre, pero no se detiene; continúa besando mi cuello y mi mandíbula hasta que vuelve a mirarme de frente.
—Love... Déjame ayudarte a descansar, estas cansada, estas herida, dejame cuidarte y llevarte a dormir, no tengo tanto auto control.—
Definitivamente el hombro no seguirá sangrando; toda la sangre de mi cuerpo ha tomado otra direccion.
—¿Y si yo quiero ayudarte a ti? ¿si soy yo quien quiere ayudarte a descansar?...—
—¿Ah si?—
—Si — Besa mis labios suavemente— Estás cansado, estás herido y necesitas un poco de cariño.— Esta seduciendome, esta mirandome con hambre entre las pausas y los beso suaves que deja en mi cuello, sí solo con verla me pongo duro; las cosas que está despertando en mí no tienen nombre— si el hombro no te duele, y sospecho que no; porque te clavaron una aguja enorme con anestesia, si quieres y me lo permites, quiero desabrochar tu pantalón, bajarte el boxer— desliza las manos por mi pecho y cierro los ojos con el contacto tibio de sus manos en mi piel cuando mete las manos por debajo de la camiseta y acaricia mi abdomen despacio, mi ritmo cardiaco empieza a alterarse y siento que la saliva se me hace sólida cuando intento tragar.—Necesito consentimiento verbal y efusivo o no puedo hacer nada... ¿Me permites darte un cariñito mi amor? Es de carácter bastante sexual...—
Dios mio, no se como podría alguien resistirse a esta mujer, cómo puede alguien negar algo a esos ojos y esos labios, como mierda no la encontré antes. —Fuck— La voz me sale jadeante y respiro por la boca buscando el aliento mientras desliza sus uñas por mi abdomen.—¿Donde te firmo, mi amor? — Pregunto.
—Sin papeleo,— dice, besando mi cuello—solo dime que si, que quieres que te monte, que quieres te de placer.—
Mi corazón pierde todo su ritmo cuando lame mis labios, trago pesado recostando la cabeza y la erección me aprieta el pantalon, esta sentada sobre mi sin apoyar su peso y me muero por sentirla, por enterrarme en ella, no puedo expresar lo mucho que me excita que esté tomando iniciativa, que me este ofreciendo su placer y su cuerpo con tanta libertad.
—Cabalgame Love, motame, te pertenezco, soy tuyo, haz conmigo lo que te dé la gana.—
Jadeo con ella recorriendo mi miembro con la lengua y mi cabeza no puede abandonar el espaldar del asiento, empujo las caderas en su dirección y los sonidos que hace con la boca me están matando, llevo las manos hasta su trasero que permanece alzado en el asiento mientras me la come a gatas desde el costado del asiento. Intento contener la carga que pelea por explotarle en la boca y sigo sus instrucciones atinando la nalgada sonora que la hace respingar avisando que debe detenerse. —Good boy— la escucho decir.
Holy fucking hell, bendita sea la lengua de esta mujer, bendita sea su madre y bendito sea quien haya construido el maldito metro de Santo Domingo, tengo que premiar a Jeff por meterse a ese maldito tapón. Acomoda su vestido por encima de su cintura y vuelve a montarse sobre mi llevando las manos a mi miembro para acomodarlo en su entrada, el suspiro se me escapa directo del pecho sintiendo la humedad de su entrada y llevo las manos a su cintura, deliza mi miembro dentro de ella despacio, sus paredes se sienten demasiado estrechas con el plug aun dentro, pero insistió en convertirlo en alguna primera vez, prometió parar si era demasiado, prometió que podría con esto, no espero que lo tome en su totalidad, en esta posición, en estas circunstancias sería demasiado doloroso, demasiado profundo pero aprieto su cintura enterrando los dedos cuando baja casi de golpe.
La cara de dolor que pone y la manera en la que muerde su labio es más un problema que una solución para mi; intento levantarla pero entierra las uñas en mi antebrazo mientras vuelve a subir y pierdo control de mi todo mi cuerpo con los movimientos que hace.
Salta sobre mí despacio y me aferro a su cuerpo mientras se entierra en mi cuello, siento los chupetones y las mordidas que deja en mi hombro sano, podrían matarme y enviarme al infierno en este momento y me iría sonriendo. —Love, love... I can't— No tengo ningún recuerdo de haber hecho algo como esto, nunca he sido incapaz de detener una carga, jamás me he sentido tan abrumado ni he jadeado como lo hago en este momento, me esta matando, me esta marcando como su perra y no pienso resistirme.
—Ray.— Arrastra la vocal de mi nombre con la boca abierta lamiendo mi cuello y sentir como explota sobre mi es lo único que toma para vaciar la carga dentro de ella mientras me aferro a su cuerpo como un náufrago.
Permanece sobre mi mientras beso su cuello mil veces. Siento el vehículo detenerse mientras se aferra a mí y sé que no abrirán la puerta. —Gracias, love.— Busca mis labios y me besa con calma, si antes estaba agotada, ahora debe estar al borde del colapso. —Love, ahora es mi turno de cuidarte, baja conmigo, déjame alimentarte, darte un baño y llenarte el cuerpo de besos antes de dormir. ¿Puedo?— Asiente aun pegada a mi cuerpo y se mueve lentamente liberando mi miembro, acomodo mi pantalón mientras acomoda su vestido despacio antes de volver a pegarse a mi y besarme el rostro.
Bajamos de la camioneta y subimos al ascensor, Jannett y los demás deben estar encargándose de lo que dejamos atrás; presiono el botón de su piso con ella recostada en mi pecho. Las puertas se abren y veo a la loca abrazada a mi imbécil, voltean rápido cuando entramos y corre hasta ella que la recibe con brazos abiertos, la escucho pedirle perdón y esta vez no puedo juzgarla, es lo mínimo que todos deberíamos hacer por ponerla en peligro.
Recibo el abrazo de Jeff y se que tenemos que hablar pero no ahora, ahora quiero cuidar a mi mujer y asegurarme de que coma y descanse. La cena es rapida, ni siquiera tengo hambre y aunque no me servi insiste en compartir los postres conmigo.
Tomamos un baño y lavo su cabello con delicadeza cuidando no tocar el área lastimada. La veo vestir su pijama y cumplo mi promesa, beso desde sus pies hasta su rostro antes de que se quede dormida a mi lado.
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Eros -Borrador
RomanceNo existen salidas si todas las puertas llevan al mismo lugar; Raymond Vargas sabe esto mejor que cualquiera, estar exiliado parecía la oportunidad perfecta para cambiar su vida. -Solo las partes que no le gustan- Pero desaparecer y dejar todo atrás...