;Único

491 57 10
                                    

Alexa y Melissa siempre han sido amigas, siempre estaban juntas, conocían todo sobre la contraria; gustos, debilidades, costumbres, etc. ¿Pero era verdad que la castaña conocía todo de su amiga?

Ella decía que sí, que no había nadie que conociera y fuera más cercana a la azabache y si hay posibilidad de que haya algo que no conozca de la contraria, con facilidad podrá descubrirlo.

Ella decía que sí, que no había nadie que conociera y fuera más cercana a la azabache y si hay posibilidad de que haya algo que no conozca de la contraria, con facilidad podrá descubrirlo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Melissa ha tenido cientos de parejas, no es que se llamase puta, pero si tenía una cara y cuerpo hermoso que dejaba más que desear y con mucho gusto lo utilizaría a su gusto. Pero tuvo un asunto urgente, quien diría que después de estar en una relación con más de un hombre se enamoraría de una mujer.

Una chica de su mismo adapartamento en la universidad. Cada vez que veía la melena castaña y blanca de la muchacha, tenía unas profundas ganas de agarrar ese cabello y tirarlo mientras mordía y chupaba ambas tetas, ahogándose entre ellas mientras sus dedos jugaban con el clítoris, haciéndola rogar por más.

Esta información obviamente la supo su mejor amiga.

La cual se había ahogado con su té cuando se lo comento, pero después de recuperarse la felicito y le sonrio.

La sonrisa de su amiga era tan hermosa que era un delito que se la mostrará a alguien más que no fuese ella.

Por el rabillo de su ojo vio como el sol empezaba a ocultarse mientras ella caminaba por el campus, observando como estudiantes y parejas se adentraban a las instalaciones por lo tarde que era. Dos personas llamaron su atención. Dos personas que estaban demasiado cerca, dos malditas manos en la cintura incorrecta, dos pares de ojos viéndose intensamente, como si existieran ellos dos y ella no.

— Alexa.— Sonrio incomoda, notando como la contraria daba un pequeño brinco y se daba la vuelta con una sonrisa, esa maldita sonrisa que le pertenecía.

— ¿Melissa?— Pregunto, pero la castaña noto como las manos que estaban en la cintura contraria se apretaron más. Su ceño se frunció y ganas de alejar a la azabache del tipo le llegó.— Oh, es tarde ya.— Nuevamente oyó la voz de su amiga, viendo como esta revisaba su celular.— Me tengo que ir cariño, nos vemos mañana.— Comentó dándole un pequeño beso en los labios al pelinegro. La sangre le empezó a arder. El otro le respondió con un "Cuidate" antes de irse.

— No me habías dicho que tenias pareja, querida.— Se acerco, pasando uno de sus brazos por las grandes caderas de la contraria, dejando que su barbilla descansará en el hombro de esta, la cual, reprimió un escalofrío por el aliento de su amiga que le hacía cosquillas en su oreja sonrojada.

— Ah, sí, perdón por eso, empecé a salir hace una semana con él y se me había olvidado decírtelo.— Siseo cuando el agarre de la otra se hizo más fuerte.

— ¿Cómo se llama, mh?

— Spreen, es un buen chico.— Sonríe con las mejillas sonrojadas, haciendo sentir más incomoda a la menor.

Cuerpo [Spiderduck Fem!]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora