Contigo al fin del mundo

Esta noche soñaré con este momento

El día estaba un poco nublado y Edaj se preparaba para pasar a buscar a Nancy e irse al liceo, el día anterior Siruen no la había llamado y eso la tenía un poco triste, cuando sintió el timbre del teléfono se emocionó y enseguida corrió a levantarlo.

-Epa! será que la señorita está esperando llamada? Caramba! casi me lleva por ir a tomar el teléfono, le dijo su madre al intentar agarrar el aparato al mismo tiempo que ella.

Edaj no prestó atención a lo que le dijo su madre, solo atinó a responder y fue ahí cuando se decepcionó al escuchar la voz de la persona que llamaba. -Buenas tardes con la señora Yani por favor, le dijo una voz del otro lado del teléfono, era una amiga de su madre que la solicitaba.

-Un momento por favor, mami es para ti, -ah! ya me voy, dijo Edaj desganada.

-Hoy tampoco me llamó, pensaba Edaj apenada mientras se dirigía a casa de Nancy, que pasará? acaso ya se le fue el amor por mi?, o el encanto, talvez es que ni enamorado estaba de mi. Dios mío que pasará?.

Su amiga Nancy que la conocía bastante bien, notó lo distraída que estaba cuando pasó por ella, en todo el camino no dijo ni una sola palabra y como Robert se había ofrecido a acompañarlas al liceo no quiso preguntarle nada, esperó estar a solas con ella para interrogarla y saber que le pasaba.

-Amiga te siento muy apagada que te sucede? Hace días que me querías decir algo y la verdad que lo olvidé. Discúlpame por favor, no te presté mucha atención, pero además tu tampoco me insististe, le reprochó su amiga. Dime querida que es lo que tienes?

Nancy trató de averiguar que le atormentaba a su amiga, pero no pudo profundizar porque ya estaba por iniciar la clase. Eso la mortificaba, no le gustaba ver a su amiga así

-No te preocupes Nancy ya tendremos tiempo de hablar. Ven entremos que ahí viene la profesora. Le dijo Edaj al verla tan afanada.

Mucho después de haber iniciado la clase y poco antes de despachar empezó a lloviznar, la directora del liceo había tomado la decisión de despachar para que los jóvenes no se tuvieran que mojar camino a casa.  A pesar del esfuerzo hecho por los estudiantes de caminar lo más pronto posible cuando los despacharon no pudieron evitar mojarse, en especial Edaj y Nancy que eran las que vivían mas retiradas del liceo. Llegaron a sus casas totalmente empapadas.

Laura, Siruen y Manuel a diferencia de Edaj y Nancy iban al liceo en la mañana, y ya estaban recibiendo los exámenes finales. Tenían por costumbre pasar un rato por el parque cuando salían de recibir los exámenes del día. 

-Oye Manuel como te fue en el examen de hoy? le preguntó una de las compañeras, -estaba lleno ganchos, no se si lo notaste.

-Claro que si lo noté!, creo que me fue bien, y a ti Lau como te fue?, le preguntó Manuel de forma amistosa a Laura tratando de buscar conversación con ella. En ese momento Laura recordó las palabras de su madre: "No es que vas a estar lanzada con los chicos, pero a veces debes darle indicios de que tu existes". 

-Pues la verdad que no se, tengo mis dudas, y fíjense que no noté esos ganchos de los que hablan. Y para el de mañana si que tengo dificultad, no me doy mucho con la biología. Será que me puedes ayudar a dar un repasito para mañana Manuel?

Este al oír aquello se emocionó tanto que no esperó a que ella terminara bien de hablar, contestó de una vez muy entusiasmado. -Por supuesto que si, tu me dices cuando y donde lo haremos. Si quieres nos vemos acá en el parque más tarde.

-Ah no! podemos juntarnos en mi casa esta tarde, te parece a las 4 de la tarde.

Siruen, que le quedaba cerca lo codeaba y le decía en voz baja: -ah que bien! haciendo cita amigo?  Laura, aunque no escuchó lo que Siruen le había dicho a Manuel si vio la acción que él hizo y le pareció graciosa, ella estaba consciente de que Manuel sentía algo por ella y eso le encantaba y si el no tomaba la iniciativa, ella lo haría. Se despidieron y cada cual se fue a su casa.

Llegada las 4 de la tarde Manuel se dirigía camino a casa de Laura, cuaderno en manos y super perfumado, estaba mas que emocionado por lo menos ya tenía un pequeño acercamiento con Laura, la chica que le gustaba.

En casa de Laura, ella y su madre bromeaban con respecto a la visita de Manuel. Ya su madre sabía que ese era el chico que le gustaba y quería por lo menos conocerlo antes de hacerse un mal juicio de él.

-Laura ya tu enamorado ha de estar por llegar, yo me iré a mi habitación para no estorbar, dijo Margarita. -ay perdón! tu compañero de estudios que te ayudará con la tarea, jajajaja.

-Mami por favor, me haces sonrojar, esto no es una cita amorosa es solo un acompañamiento para hacer tarea.

En eso llegó Manuel, tan oloroso que a Laura le gustó aún más. -Hola Lau, dijo él en tono amistoso, aunque no lo aparentaba estaba un poco nervioso, era la primera vez, que estaba en casa de Laura, la chica que lo traía de cabeza y que no encontraba la manera de decírselo.

-Pasa Manuel, siéntate! muy puntual eh, dijo ella para romper el hielo, los dos se echaron a reír y empezaron con los repasos de biología.

Al cabo de una hora y media Laura se sentía tan saturada de tanta biología que le dijo a Manuel: -que te parece si dejamos esto hasta aquí, ya me fastidié de tanto estudiar.

-Bueno por mi no hay problemas, le respondió él. -Puedo invitarte un helado?

Ella se sintió emociona, por lo menos ya había logrado que Manuel se fijara en ella. -Claro que si, déjame decirle a mami, ah si quieres puedes dejar tu cuaderno acá y pasarlo a buscar cuando regresemos, le sugirió ella.

-Ok no hay problemas.

Se marcharon rumbo a la heladería, hablando de temas generales y comunes. Cuando decidieron volver, Laura le acordó el cuaderno: -Si quieres me lo puedes llevar mañana al liceo?. dijo él.

-Pero entonces como estudiarás si me quedo con él acá, refutó ella.

-Esta noche solo quiero soñar con este momento, no lo dañare con un cuaderno que ya he visto tantas veces. Ella al escucharlo decir esto se sonrojó.

Cuando él se marchó, ella entró a la habitación de su madre, bailando danza, su madre no paraba de reír.