En tu nombre estoy Yo {ABO}

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Estaba en la sala de juntas esperando por los demás para dar inicio a la reunión, mi padre no me dirige la palabra desde que llegué, parece un niño orgulloso que me castiga con su indiferencia por no hacer lo que quiere.

Así que sin importarme estoy sentada en mi lugar hablando por mensaje con Santiago, y con mi amigo Leonard, un alfa pelirrojo que está felizmente de luna de miel con su Omega, uno de los pocos suertudos que encuentran a su destinado, así que sin perder tiempo quisieron unir sus vidas, me alegro por el, en una semana estará de regreso y podremos ponernos al corriente con nuestras vidas.

Por la puerta entra Ashton y vaya sorpresa que me llevo al observar como detrás de él entra Esteban, no sabía que también vendría a las reuniones, supongo que como dijo su madre, está tomando responsabilidad en el trabajo también.
Nuestros ojos chocan y aparta la vista rápidamente, quiero reírme pero me aguanto, viste un traje color perla con una camisa rosa, que acaso no tiene otros colores, si hay algo rosa está Esteban detrás de eso.
Observo cómo va detrás de su padre saludando a los demás, parece algo cohibido y temeroso, grave error, si sigue con esa actitud se lo van a comer en este ambiente.

Una vez todos sentados mi padre se levanta dando inicio con la reunión, hay varios proyectos en puerta y debemos tener todo bajo control, dejando mis pensamientos de lado me concentro en ello.

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Tres horas después y se a dado por concluída, el reloj marca medio día y muero de hambre, mi padre llama a su asistente para que empiecen a traer los platillos de comida, en toda la reunión e sentido los ojos de Esteban observándome, lo veo y se gira, que se trae, me causa gracia su comportamiento infantil.
Un platillo de un corte de carne con puré de papa y ensalada es puesto ante mí y sin importarme nada comienzo a degustarlo, está sabroso. Mientras lo hago una incomodidad vuelve a invadir mi pecho, mi loba me pide que me acerque a Esteban, levanto la vista viéndolo y puedo observar que su rostro está más pálido que antes, de pronto se levanta y corre hacia afuera de la sala, ¿Le habrá pasado algo?, ¿Le cayó mal la comida?.
Sin pensarlo mis pies ya están moviéndome hacia donde se fue, olfateo el aire buscando su aroma y comienzo a seguir el rastro, me lleva hasta el baño y me detengo en la puerta, es un baño para omegas, los alfas no deben entrar así que espero a que salga.

Diez minutos después sale y se sorprende al verme

- ¿Estás bien? - pregunto

- S-si, solo se me revolvió un poco el estómago-

- Luces algo pálido, y tú aroma es algo diferente, ¿Estás seguro? -

- Si, adiós -

Emprende a caminar rápidamente lejos de mi vista, ¿Que le pasa?, O aquí la cuestión es que me pasa a mí, ¿Desde cuándo me preocupo por el?. Aunque su aroma me desconcertó bastante, mi loba está ansiosa y yo sigo sin entenderla, si sigo así tendré jaqueca, mejor me regreso a mi oficina a trabajar.

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*Dos semanas después*

Los días han pasado y me e sentido tan tensa por culpa de mi loba, no entiendo que le pasa, pero no me deja descansar, en las noches me despierta y tengo que salir a caminar para tranquilizarla, no me gusta mucho trasmutar porque hace cosas que no son de mi agrado, una vez desperté en medio de la nada con un dolor en mi costilla, descubriendo que en medio de la noche se había buscado una pelea, quería descubrir que tan fuerte es y se aventuró a pelearse con la mayoría de los tipos de un bar.
A veces es difícil controlarla.
Somos tan diferentes que aún no entiendo cómo es que estamos en esto juntas.