B O Y S? - [ Spiderduck ]

08

Roier no quería nada, estaba harto.

Había leído la carta e inevitables lágrimas cayeron por sus mejillas al hacerlo.

Leyó cada parte, donde estaba nervioso, donde decía que desde pequeños.le hacía sentir mariposas en su estómago, donde decía que hace poco varios amigos de Lauren le hacían burlas de vez en cuando, etc.

Ahora estaba caminando bastante molesto, confundido al ya saber claramente los sentimientos de Quackity. Estaba molesto porque ese día había huído y le había dicho que lo olvidara, pero, ¿cómo iba a olvidar algo tan importante, más cuando dejó aquella carta en el suelo?.

-Quackity -habló claramente demandante. -Abre la puerta, ya.

Quackity estaba del otro lado leyendo, pero al oír pasos rápidos hasta su dirección se quedó estático mirando la puerta. Negó con su cabeza al oír la voz de Roier; ¡no iba a abrirle! Su dignidad estaba treinta kilómetros bajo tierra, no iba a abrirle... No.

-Quackity-dijo nuevamente Roier, tocando la puerta repetidas veces.

Quackity sintió su corazón estrujarse al darse cuenta de que era una de las únicas veces en las que el que tenía que insistir era Roier; generalmente Quackity era el que insistía en situaciones así.

-Voy -susurró, si hablaba fuerte su voz iba a temblar y lloraría ahí mismo. No era de llorar en público, pero gracias a la puerta y paredes nadie podría verlo.

Se levantó tembloroso y caminó para luego abrir la puerta con delicadeza y cuidado. Alzó su vista levemente para poder ver a los ojos de Roier, pero se sorprendió de sobremanera al sentir sus labios siendo presionados contra los del castaño.

Sus ojos se llenaron de lágrimas finalmente y cerró sus ojos, intentando tranquilizarse. Roier comenzó a mover sus labios de manera suave y tranquila, sin apresurarse. Pasó sus brazos suavemente por la cintura de Quackity para sostenerlo.

Por otro lado, el pelinegro estaba temblando sin saber que hacer.

Comenzó a mover sus labios de igual manera, correspondiendo a aquel dulce y tímido beso.

Era perfecto.