🖤🕸️ 𝐒𝐩𝐢𝐝𝐞𝐫-𝐦𝐚𝐧: 𝐻𝑒 𝐹𝑒𝑒𝓁𝓈 𝐿𝒾𝓀𝑒 𝐻𝑜𝓂𝑒 🕸️🖤 Peter Parker x Male OC / Male Reader

10- Yo arriesgándome: ...

Peter:

Me desperté tarde esta mañana de domingo, aprovechando la oportunidad para dormir un poco más. No tenía que preocuparme por las responsabilidades de Spiderman o la escuela, así que traté de darme el lujo de dormir un poco más. Trate de volver a dormir pero solo estaba dando vueltas, estaba empezando a sentirme nervioso, hoy era el cumpleaños de Ned y además, iba a ver a Quetzal.

Me levanté de la cama y comencé a prepararme. Normalmente no me preocupaba mucho por cómo me veía, pero hoy quería verme bien. Pase más tiempo de la habitual tratando de domar mi cabello, incluso mi tía me había tratado de ayudar sin éxito. Parecía que cada vez que lograba aplacar un mechón, otro se erizaba. No era muy habitual que dedicara tanto tiempo a mi cabello y aunque me tía lo sabía, agradecí que no hiciera comentarios o preguntara la razón. Finalmente, junto con mi tía, nos rendimos y dejamos que mi cabello hiciera lo que quisiera y me ayudó a elegir mi ropa. Luego decidí ponerme algo de loción, por fin abrí la única botella de perfume que tenía, un perfume casero que mi tía me había dado como regalo cuando ganamos junto con Ned el concurso de innovación ambiental. Cuando lo abrí me agradó el aroma así que me puse solo un poco, tampoco quería parecer empapado en perfume.

Con los nervios revoloteando en mi estómago me dirigí a mi cafetería favorita. Era donde Ned, MJ y yo pasábamos el rato a veces después de la escuela, así que decidimos que sería un buen lugar para celebrar. Cuando llegue, Ned y MJ ya estaban ahí, sentados en nuestra mesa habitual.

"¡Feliz cumpleaños, Ned!" Dije entregándole su regalo. Era un libro (obviamente ilustrado) sobre posible vida extraterrestre, algo que sabía que le encantaría.

"¡Gracias, Peter!" Dijo sonriendo ampliamente.

Nos sentamos y empezamos a charlar mientras esperábamos a Quetzal. No tuvimos que esperar mucho y cuando Quetzal entró me quedé embobado.

Se veía realmente bien, con jeans grises y una camisa negra que resaltaba su piel. En sus manos sostenía un regalo envuelto.

"Hola, chicos," saludo Quetzal entregando el regalo a Ned. "¡Feliz cumpleaños, Ned! Espero que te guste."

Sabía que Ned no iba a soportar la emoción y así fue, abrió ahí mismo el regalo y sus ojos se iluminaron al ver el ser de lego de Star Wars. "¡Wow, Quetzal! Esto es increíble, gracias."

Quetzal sonrió satisfecho. "Escuche en el almuerzo que te gustaban los legos."

Después de felicitar a Ned y saludar a MJ, Quetzal se volvió hacia mi. "Hola, Peter." Su tono era casual, pero había algo en su mirada que despertaba un cosquilleo en mi estómago.

"Hola." Respondí tratando de aparentar normalidad. Quetzal se inclinó un poco hacia mi, olfateando el aire.

"Hueles bien," comentó con una sonrisa coqueta. "¿Qué perfume estás usando?"

Me sonroje, sorprendido de que hubiera notado ese detalle. "Ah, gracias. Es solo un experimento casero de mi tía."

Compartimos una sonrisa y todo el mundo pareció desvanecerse. Después de disfrutar de un pastel de la cafetería, decidimos salir para continuar la celebración.

Nuestra primera parada fue un Arcade local. Pasamos un buen rato compitiendo en juegos de carreras y disparos, riendo y retándonos unos a otros.

Después del Arcade fuimos a una feria cercana. Subíamos a las atracciones, comimos toneladas de algodón de azúcar y jugamos en los puestos. Me di cuenta de que Quetzal estaba siempre cerca de mí, sus ojos brillaban de emoción y algo más, algo que no podía identificar del todo.

La última parada del día fue el cine. Escogimos una película de acción con la que todos estuvimos de acuerdo. Las luces se apagaron y la película comenzó, llegó un momento donde sentí que Quetzal un poco más cerca, mi corazón latía con fuerza. No estaba seguro de cómo manejar la situación. Quería acercarme a él también, pero el nerviosismo me paralizó. En lugar de corresponder, me alejé ligeramente, lo que hizo que Quetzal pareciera un poco desanimado.

Después de la película, regresamos a la cafetería para despedirnos. "Gracias por invítame, chicos. Me divertí mucho," dijo Quetzal, su sonrisa menos brillante de lo habitual.

"Nosotros también," respondió MJ. "Deberíamos hacer esto más a menudo."

Nos despedimos y cada uno continuó por su lado. Mientras caminaba de regreso a casa, no pude evitar sentir una mezcla de emociones: alegría por el día divertido que habíamos tenido y arrepentimiento por no haber sido más valiente con Quetzal. Sabía que tenía que trabajar en eso.

Quetzal:

Cuando las luces del cine se apagaron y la pantalla se iluminó, sentí una oleada de nervios y emoción. Había disfrutado el día con mis amigos, pero esto momento en el cine se sentía especial. Él murmullo de la gente se hizo más bajo y mis sentidos se agudizaron, centrándose en Peter a mi lado.

Durante la película lancé miradas furtivas a Peter. Su perfil estaba iluminado por la pantalla, y no pude evitar sentir una ternura creciente. La forma en la que se reía en los momentos ligeros o su concentración en las escenas de acción me atraparon. Decidí que era ahora o nunca.

Respiré hondo, tratando de calamar los latidos de mi corazón. Lentamente, sin apartar la vista de la pantalla para no llamar la atención, acerqué mi mano hacia la suya. Podía sentir el calor que salía de su piel, y eso me dio el valor para seguir. Mis dedos rozaron los suyos, apenas un toque ligero, pero lo suficiente para enviar una corriente eléctrica por mi cuerpo.

Peter no se movió al principio y por un momento creí haber imaginado la conexión. Sin embargo, vi como sus dedos se tensaban levemente y mi corazón se llenó de esperanza. Continué, dejando que mi mano se deslizara hasta cubrir la suya. Era un gesto sencillo pero para mí estaba cargado de significado.

De repente, Peter se movió, apartando su mano. Sentí un vacío inmediato y una punzada de decepción. Trate de mantener la compostura, pero no pude evitar sentirme desanimado. Volví mi atención a la película, pero mi mente me hacía una mala jugada repitiendo el momento una y otra vez, aumentado el sentimiento de vergüenza. ¿Había sido demasiado atrevido? O tal vez solo había interpretado mal las señales.

A medida que la película avanzaba, me esforzaba por no dejar que la tristeza me abrumara. Me recordé que no podía forzar nada y que, quizás, Peter ni siquiera sentía lo mismo. Tenía un nudo en el estómago, había vuelto esto en algo incómodo. La magia del momento había desaparecido y aunque trate de disfrutar el resto de la película no pude sacudirme la sensación de haber dado un paso en falso.

Cuando las luces se encendieron y salimos del cine, intenté actuar como si nada hubiera pasado. Trate de seguir sonriendo pero mis pensamientos eran muy lejanos, preguntándome si había arruinado algo especial antes de que realmente pudiera comenzar.