capítulo 11

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En el capítulo anterior el Dr. Frenetti le dice a Silvia que es una inexperta...

Estábamos invictos esta temporada hasta las eliminatorias. Y es posible que no lo veas, pero el fútbol es la columna vertebral de esta universidad.

Oh, lo veía bien. Simplemente no entendía cómo eso no afectaba mí calificación.

----cuanto antes todos en el departamento de inglés se den cuenta de ello, es lo mejor. Si el equipo consigue el campeonato divisional el próximo año, nuestro poder de reclutamiento se iría hasta el techo, lo que significa que si más estudiantes Román cursos de inglés y entran más dinero, por lo tanto, es una mejor oportunidad para aumentos de sueldo... No bonificaciones. En escensia, si y a todo el mundo en el campus. Él es la clave para una mejor universidad, Silvia. Sus buenas calificaciones son lo único que lo mantiene aquí. Él no puede perder su beca.

Tuve que pellizcarme la pierna para abstenerme de rodar los ojos. Pero ¿En serio? Un chico ---que escribió un ensayo desastroso--- ¿Era la clave de todo? ¿Muy dramático, viejo?

Discurso dramático o no, mis pobres oídos resonaban de conmoción. Me di cuenta desde el primer día aquí, que los deportes del campus dominaban todo lo demás, pero me decepcionó oír al Decano del departamento de inglés hablar al respecto con tanta franqueza.
¿Que hay de una calificación honesta? ¿La integridad? ¿Educación?

En silencio, conté hasta diez antes de hablar. ---¿Entonces me dice que lo apruebe, sin importar que esté fallando?

---por supuesto que no. ---con un bufido irritado, frunció el ceño y apretó sus flácidos labios. Parecían dos panqueques rosas, uno apilado encima del otro ---. Pero estoy seguro de que puedes hacer para que no falle. Eres maestra, por el amor de dios, enséñale al chico.

Oh, no lo hizo, nadie cuestionaba mis habilidades de enseñanza. --- ¡Lo hago!
Dr. frenetti, yo...

---Bueno, es obvio que no lo estás haciendo bien lo bastante bien si el no está mejorando. Tu clase es la única que está fallando. ¿Por qué es eso?

Quizás por qué todos los profesores le aprobaban, sin importar lo mal que lo hiciera en realidad. Puede que ya hayan recibido el mismo sermón que yo ahora.

---yo... ---Negué con la cabeza, y mí cara se calentó a un nivel abrazador.

¿Cómo se atreve? ¿Cómo se atreve a culparme por esto? Ni siquiera podía defenderme. Al ser el miembro más nuevo de la universidad, no podia ir a quejarme con nadie a cerca de él, sin poner en riesgo mí trabajo. Además, ¿a quien diablos conocía yo para quejarme por no compartir sus opiniones sesgadas?

Dios. Odiaba nunca poder defenderme contra nadie.

---Silvia, estoy preocupado por ti.

Quería darle una bofetada. El id**ya no se preocupaba por mí. Y no me gustaba su falsa táctica para hacerme entender. Me había cabreado bastante el echo de que cuestionara mis habilidades como maestra.

Cruzando las manos, se inclinó hacia delante. ---No quiero que nadie te guarde rencor si es tu culpa que salinas pierda su beca y tenga que abandonar los estudios. Después de unos años aquí, cuando trates de conseguir ser titular ---algo que sé que quieres ya que me lo has mencionado--- necesitarás que los otros miembros de la facultad voten por ti. Ellos no los harán si tú sola arruinas nuestra primera oportunidad en veinte años para ganar un campeonato de fútbol.

El hielo corría por mis venas. Y aquí venían las tácticas amenazadores.

Vaya, no iba a lanzar un solo golpe, ¿Verdad?

Frotándome la frente, asentí en conforme humildad. ---Entiendo.

----Bien. Esperaba que lo hicieras. Ahora me gustaría que tu...

Nos interrumpió un golpe en la puerta.

Genial. Me preguntaba quién podría ser ahora mí suposición era que la parca venía a llevarse mí maldita alma. Cuando mire hacia la puerta, sin embargo, deseé que hubiese sido la parca, por qué al menos él podria haberme sacado mí desdichada.

La presencia de Jorge salina solo se añadía a la misma.

---Bueno. ---Pareciendo sorprendido, frenetti se puso de pie y sonrió con al recién llegado---. Hola, jorge. ¡Que agradable sorpresa!

Puse los ojos en blanco y, al instante me sonroje cuando Jorge me miró y atrapó mí respuesta inmadura al saludo de frenetti.

Continuara....

enamorados entre profesora y alumno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora