Capítulo: 5 Mi nuevo vecino

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Tú eres tu propio monstruo de la oscuridad, tú sabrás si hacerte daño o sanarte.

Ethan:

Dos tiros dos cuerpos ensangrentados tirados en el piso, dos personas dos pistolas.

Solo era un niño con una familia feliz, con el amor de un padre y de una madre con el cariño de un hermano mayor, no me faltaba nada, todo cambio hasta esa noche, esa horrible noche que se trago a mi padre y mi hermano, estaba hay parado en medio de la sala con dos cuerpos sin vida a mis pies con lágrimas en los ojos y las manitos llenas de sangren tratando de parar a papá, llamando a mi hermanito mayor para que jugara conmigo, solo era un pequeño bebé que le habían arrebatado su felicidad. Crecí con mi abuelo Lorenzo en Italia y el me dijo quiénes eran esos tipos y los dos juramos vengarnos, esa noche mi madre estaba trabajando como cirujana en el hospital y por eso su vida pudo salvarse, ahora se encuentra en España con los mejores psicólogos para superar esos traumas.

13 años después:

Estoy de vuelta a Estados Unidos, volví preparado, volví con sed de venganza, su único error fue haberme dejado vivo.

Tome un viaje hasta california donde estarían mis primeras víctimas  Aron y su hijo Nick. Yo soy un hombre de poder y lleno de riquezas pero tengo que mantenerme discreto, así que compré una vieja casa y procedí a mudarme, salí a explorar el lugar y poner mi mente en marcha. Pase por el frente de una pequeña tienda y decidí entrar.

En el momento que entre a la tienda pude percatar lo limpio y olorosa que estaba esta tienda, me dirigí a uno de los pasillos y tomé una chaqueta negra, pude ver que era un poco pequeña para mi, por mis músculos y mi gran pecho. Mire en varias direcciones haber si alguien me ayudaba, pero parecía no ver nadie, al seguir mirando vi a una chica en el mostrador de espalda ordenando unos papeles, me acerque para preguntar.

—Hola, ¿Tienes una talla más grande? —pregunte tras de ella.

Vi como dio un salto pequeño de susto dejando caer los papeles que sostenía en las manos. Se agachó a recogerlos en el piso, y como era mi culpa procedí a ayudarla.

—Dejame ayudarte —me agache para ayudarla —disculpame por asustarte.

—No, esta todo bien, yo lo hago —Dijo con una voz nerviosa , vi como sus manos temblorosas tomaban los papeles del suelo.

Cuando levanto su mirada su cara estaba muy cerca de la mia, se me quedó observando como si me analizará todo el rostro, tenía un brillo de sorpresa y encantó en su mirada.

Yo también me quedé observando su rostro, en su mejilla tenia un poco de polvo como si estuviera limpiando todo el dia, ya veo porque este lugar esta asi, su hermoso cabello castaño, tenía una cola amarrada alta, y unos flecos sobresalían llegando a sus hermosos ojos claros, su boca estaba entre abierta, como si estuviera observando un pedazo de carne asado, podía ver sus hermosos labios con un toque de labial rojo.

—¿Estas bien? —pregunte.

Vi como parpadeo unas veces y dio unas sacudidas con la cabeza. Se puso de pie y puso los papeles en orden en aquel estante.

—Si, solo fue un pequeño susto —dijo respondiendo a mi pregunta —ves esta todo bien.

—Discúlpame otra vez, suelo ser un poco silencioso —me puse de pie dirigiéndome a la parte delantera del mostrador, siempre fui así de silencioso, tenia esa maña por el simple echo de ser un detective.

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