༯. ┊ 𝐉𝐄𝐑𝐀𝐑𝐐𝐔Í𝐀. ㅡᵀᵃᵉᵏᵒᵒᵏ· ˚˖࿐

┈ ⋞ 〈 𝟷 〉 ⋟ ┈

Jungkook miraba todo lo que podía, las telas que lo tapaban eran algo transparente así que podía ver hacia afuera sin mucha dificultad, solo necesitaba acercarse y quitar algunas levemente para tener una excelente visión de las calles y lo que había en ellas.

—Pareces un cachorro. —la voz del Alfa lo atrajo nuevamente a la realidad, Jungkook volvió su mirada al frente, su hermano mayor, Hoseok, lo miraba con una sonrisa. El pelinegro no iba a admitir que también se portó así cuando llegó la primera vez a la capital.

—Pero es emocionante, nunca he estado en una ciudad tan grande, hay tantas cosas que ver y probar. —murmuró el menor con una sonrisa entusiasta en el rostro.— Me encantaría venir a dar un paseo una vez tenga algo de tiempo.

Hoseok sonrió y acarició con cariño el cabello de su hermano pequeño, sabía que Jungkook era alguien ambicioso debajo de toda esa fachada de Omega sumiso, aunque también sabía que tenía sus límites porque cómo todo Omega, el pelimorado solo quería vivir una buena vida al lado de un Alfa de gran nombre y traerle honor a su línea familiar.

Tenía entendido que esa era una de las razones principales por la cual había aceptado ir al palacio. La otra razón era porque así la familia Jeon seguiría suendo cercana íntimamente a la familia Imperial, después de todo, Ji-eun; antigua Alfa enigma emperatriz, fue amiga cercana de Seokjin cuando también vivía en el palacio.

Después de todo los Seigake* era una familia de ministros cercana a la de su majestad, Jin y Namjoon eran descendientes de esa familia y fueron comprometidos desde niños. Se conocieron finalmente cuando el Omega de cabellos violeta pasó una temporada en el palacio y se enamoró del Alfa de cabellos azabaches, fue mutuo afortunadamente, ellos no sufrieron en una familia sin amor, pues sus padres tuvieron la fortuna de quererse, no cómo los rumores que rodean la familia Min.

Jungkook por su parte nunca fue comprometido de esa manera, pues cuando nació el menor se mudaron a un lugar alejado de la capital, a la pequeña ciudad de Seúl donde Jin abrió su casa Omega que subió a la cima desde entonces, todos los Omegas que estudiaban sus seis años allí eran los mejores, en belleza, porte e inteligencia.

Todos los Alfas con buenas tierras querían a Omegas que hayan estudiado en la casa flor de loto, se llamaba la escuela, sencilla pero elegante cómo lo había descrito el Omega adulto una vez. Cientos de propuestas le llegaron a Jungkook una vez estuvo por graduarse, sus profesores y ayudantes hablaban de las mil maravillas que era el menor de los Jeon, y eso le atraía muchos Alfas a su puerta.

Pero todos y cada uno de ellos fueron rechazados, más al tener la carta con el sello del emperador que solicitaba un Omega. Él ya les había ducho a sus padres sus razones de no querer casarse con ninguno de esos Alfas e ir al palacio para elegir a uno que verdaderamente estuviera a sus estándares.

"Yo soy el mejor Omega de mi generación, ¿Qué tiene de malo que elija a un Alfa de mi nivel? ¿No lo crees, padre? Incluso nuestra familia llegaría a ser una de las cinco sekke*. Tendrías tanto poder en el Imperio cómo los Min, no tendrías que callar siempre que él diga algo en el consejo."

Fue bastante fácil convencerlo en realidad, Hoseok puede jurar que si el emperador no fuera tan arisco con las personas y rehuyera de ellos, Jungkook podría tenerlo fácilmente a sus pies. Sin embargo, era eso lo que le tenía preocupado, sabía cómo era el enigma que regía al pueblo, los rumores que circulaban en voz baja entre los nobles, cómo incluso decían que él mató a su cónyuge una vez que dió a luz.

Hoseok tendría que estar al pendiente, su padre estaría con ellos en unos cuantos días, ya que al ser un ministro tiene que estar al lado del emperador en el palacio. Mientras tanto él iba a tomar el cargo de su progenitor y presentar a su hermano menor ante el enigma, de verdad esperaba que Jungkook pasase esa prueba para que permaneciera en el palacio, solo le tocaba desearle la mejor suerte.