❝ Segunda llamada para los pasajeros del vuelo 512 con destino a Tokio, Japón. Favor de abordar por la puerta 13. ❞
¿Qué harías si el amor de tu vida se va del país? Peor aún, ¿qué harías si te enteras que se va a casar?
Esto mismo se preguntaba Myo...
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Había pasado un tiempo desde que Chaeyoung inició a trabajar, cada vez sentía que nuestro lazo se hacía más fuerte, no podía evitarlo, estoy teniendo más sentimientos por ella de los que debería.
Pero he estado mejor que nunca, ya la pasaba bien con mis amigas, pero con Chaeyoung todo es diferente, es la parte de mi corazón que me habían arrancado injustamente. Existía algo estaba llenando más mi alma, habían pasado cosas entre Chaeyoung y yo.
Flashback.
— Te quiero tanto. — Chaeyoung sonrió.
— Y yo a ti, mi Chaengie... — Tragué. — Me gusta alguien...
— Minari, ¿cómo que te gusta alguien? Me pondrás celosa. — Se sentó a mi lado.
— No lo sé, solo sucedió, pero te aseguro que no hay razones para ponerte celosa. — No puedes estarlo de ti misma, pensé.
— Las hay, te alejarán de mí y ya no me invitarás a pasar las noches en tu casa para comer la rica comida de Julia. — Sonreí ante su queja.
— Te aseguro que no me alejarán de ti, no otra vez. — Acaricié su mejilla para calmarla.
— ¿Me dejas saber quién es la persona que robó el duro corazón de Myoui Mina? — Negué. — ¡Por favor! Tengo derecho a saber, somos amigas.
— Eso no te lo puedo decir, lo lamento. — Se sentó sobre mí y me tomó por los hombros para sacudirme, mi corazón se aceleró.
— Basta, Chaeng. Nos van a malinterpretar. — Hablé refiriéndome a la posición en la que estábamos.
— ¿Y qué? ¿Te molesta que la persona que te gusta nos vea así? Uh, que miedo. — Se pegó más a mi cuerpo.
— No, pero... — Puso un dedo en mis labios.
— ¿Crees que se enoje si nos ve haciendo esto también? — Empezó a moverse en pequeños círculos, ¿qué es esa forma de estimularme? Peor aún, ¿por qué lo está logrando?
— Chaeng... — Mi cara estaba ardiendo.
— Y si tal vez... — Colocó su boca en mi oído y jadeó en ella. — Oh, Mina... Se siente bien. — Tomé su cintura.
— Te ves linda sobre mí. — Solté sin pensar.
— Ah, ¿piensas que me veo linda? Debería estar más seguido aqu...
— ¡Voy a dormir, mi niña! No te vayas a la cama tan tarde. — Julia entró a la sala de estar. — Oh, dios. Lamento la interrupción, será mejor que me vaya.
— E-eh, no te preocupes, no estábamos haciendo nada. — Expliqué mientras la rubia se alejaba bastante apenada.
Julia solo levantó ambos hombros con complicidad y salió del lugar riéndose.
