¡Ya basta, ni una más!

Comenzaré contando una historia, una que muchos pueden reconocer, pero que pocos quieren admitir. Ana tenía solo 9 años y era constantemente abusada por su padrastro y su abuelo en presencia de su madre, no contentos con esto, subían vídeos de los abusos a diferentes plataformas con el fin de ganar dinero. Fátima desapareció cuando esperaba a su madre al salir de clases, días después su cuerpo sin vida apareció con huellas de violación y tortura. Karen soñaba con ser modelo, fue engañada por una agencia de modelaje y en una prueba le dieron una bebida con drogas y fue violada. Historias que, aunque ocurren en siluetas, tienen rostros y nombres, historias que no deben ser ignoradas.
Imagina caminar por la calle, sentirte observado, pero no saber por qué. Imagina recibir mensajes de texto que te hacen sentir pequeña, insignificante. Imagina ser criticada, ridiculizada, humillada en público. Imagina ser controlada, limitada, aislada en tu propia casa. Imagina ser golpeada, herida, asustada en tu propio hogar. Imagina ser objeto de burlas, chistes, comentarios que te reducen a nada más que tu género u orientación sexual. Estas no son fantasías, son realidades. Realidades que muchas personas enfrentan cada día. Realidades que nos dicen que estamos solas, que somos culpables, que merecemos ser tratadas así. Pero no es así. No merecemos ser tratadas así. Quiero que sepas que no estás sola. Que no eres la única. Que hay millones de voces que se unen en tu lucha, que te apoyan, que te aman. Quiero que sepas que hay ayuda, que hay personas dispuestas a escucharte, a ayudarte, a creer en ti. Quiero que sepas que puedes salir de esta. Puedes encontrar fuerzas dentro de ti mismas que te permitirán enfrentar esto. Puedes aprender a protegerte, a defender tu espacio, a decir basta. Puedes aprender a amarte a ti misma, a valorarte, a creer en tu dignidad. Porque tú eres importante. Porque tú mereces ser tratada con respeto y amor. Porque tú eres más fuerte de lo que piensas. Y recuerda, no estás sola. Nunca estuviste sola. Juntas gritaremos ¡ Ya basta, ni una más !