A la mañana siguiente, Luz despertó por culpa de un mensaje de texto, o de varios. Al escuchar el sonido que emitía su móvil, abrió los ojos, desorientada y molesta, y se giró con muy poca gracia. La pantalla no dejaba de iluminarse, indicando que tenía un mensaje nuevo, y el sonidito no paraba de taladrar su cerebro, todavía dormido. Su idea era desbloquear el móvil y dejarlo en silencio, pero no pudo evitar leer lo que le había llegado. Era un problema que había tenido siempre, que ella recordara: la incapacidad de leer un mensaje completo inmediatamente, aunque no fuera su intención.
Alba.
Buenos días, Luz!
Cómo estás?
Cómo llevas la situación con la familia?
Te escribía para decirte que podemos adelantar
la cita para mañana a las 5
Se me ha caído un paciente, y enseguida he pensado
en ti para cubrir el hueco
Un detalle por parte de su psicóloga, pensó, pero también podría haber esperado un par de horas para comunicárselo. Sin responder a sus dos preguntas, aceptó la propuesta de Alba y enseguida la marcó en su calendario.
La última cita había sido un tanto desastrosa, no porque hubiera salido mal, sino porque Luz había acabado con muchas ideas en la cabeza que no le acababan de gustar. Pensó que tendría que hacer un esquema de todo lo que le quería contar a su psicóloga, uno que luciría algo así como:
-Conversación con Natalia → finde juntas
-Mudanza a casa de Ainhoa
-Entrevista tensa con los Servicios Sociales
-Óscar me odia y me cuesta ganarme su confianza
-¿Avances con Óscar?
-Jack Daniels
En realidad no sabía si contarle acerca del incidente del whisky o si daría tiempo. Atajó el tema convenciéndose de que era una tontería que no volvería a pasar, y por lo tanto no valía la pena mencionarlo en la hora y media que duraba su sesión de terapia. Todavía recordaba la primera vez que le recomendaron a su psicóloga. Había sido una amiga de Natalia, que estaba encantada con los métodos que usaba, la que le había insistido en acudir a su consulta. "Buen precio, una chica majísima y además con buenas referencias. ¿Qué más quieres?", le había dicho. Así finalmente le pasó su contacto: Alba R. Psicóloga. Aunque no acababa de confiar en abrirle su corazón a un desconocido, por mucho título que llenase las paredes de su consulta, pronto Alba le hizo sentir en un lugar seguro. Pero no era su amiga, y por eso rechazó inmediatamente la idea de contarle acerca de su momento con Ainhoa la noche anterior.
-Conversación con Natalia → finde juntas
-Mudanza a casa de Ainhoa
-Entrevista tensa con los Servicios Sociales
-Óscar me odia y me cuesta ganarme su confianza
-¿Avances con Óscar?
Miró el reloj. No era tarde, pero tampoco era excesivamente temprano. Sabiendo que no podría volver a conciliar el sueño y que tampoco valía la pena, se puso en pie a las 7:10 de la mañana. Bajó a la cocina para desayunar, y allí encontró a su nueva familia reunida. Al verla aparecer por la puerta no faltaron reacciones: Óscar la observaba fijamente, aunque Luz no sabía distinguir la emoción que se escondía tras sus ojos; en la boca de Alicia asomaba una sonrisa tímida; y Ainhoa, viendo tanto silencio, levantó la vista del móvil y miró a Luz boquiabierta.
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Déjà Vu
FanfictionLuz Lasierra desapareció en circunstancias extrañas. Fue su mujer, Ainhoa Arminza, quien, sintiéndose tremendamente culpable, denunció su desaparición. Cinco años más tarde, Luz reaparece en el pueblo para solucionar un asunto legal, pero no parece...