𝘖𝘤𝘩𝘰

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En una mañana común para el chico, apenas estaba despertando mirando hacia adelante viendo a su hija abrazándolo mientras su gata dormía con ellos.

Aquel rulado sonrió para después levantarse, estaba apunto de preparar el desayuno cuando tocaron la puerta.

— ¿Sí?.— aquel chico iba a decir, pero su mirada pero en aquella señora ,y peor, no veían sola.

— ¿Sos Iván?.— pregunto uno de los oficiales.

Aquel chico asintió confundido y a la vez molesto, pues sabía que esto lo había hecho la señora.

— Tenemos una demanda contra usted, de la señora Lucia Pavón.— decía el oficial.

Aquellas personas pasaron, mientras el chico los seguía, la señora parecía estar fingiendo estar preocupada. Caminaron hasta el cuarto donde estaba aquella niña pequeña.

— Mí nieta.— decía la señora corriendo a ella.

Por otro lado, la pequeña la miraba confundida, aquella señora acariciaba su mejilla mientras pensaba en lo mucho que se parecía a su hija.

— Ella es mí nieta.— respondió la señora a los oficiales.

— Perfecto, ya nos la podemos llevar.— murmuró uno de los oficiales al otro.

— ¿Qué?, ¿Cómo que llevar?.— exclamo aquel chico molesto.

Aquellos oficiales le habían respondido, que tenía una demanda por violencia doméstica, uno de ellos salió junto con la señora mientras que el otro venía detrás del chico.

— Señora yo veo bien a la niña.— respondió uno de los oficiales con la niña en brazos.

— ¡No pueden llevársela!— exclamo Spreen mientras trataba de acercarse a su hija deprisa.

Estaba apunto de tomarla cuando el otro oficial lo empujó tirándolo al suelo.

Aquella señora fingía estar asustada cuando era todo lo contrario... Estaba más que extasiada al ver al chico en el suelo, ella no quería a la niña, solo era un simple plan de la cual tristemente la niña fue la víctima.

— Lo siento joven pero no puede.— decía el oficial mientras caminaban hacia la puerta cerrando la de golpe.

¿Fue todo eso?, ¿llegar, tomar lo que no es suyo e irse?.
Por otra parte el chico estaba en shock, su mirada era simple pero con miedo mientras su corazón latía rápidamente, ya no de amor, si no de miedo...

— ______...— pronunció el chico el nombre de su pequeña.

Y así las primeras lágrimas fueron visibles, aquel chico trataba de no llorar, pero era imposible... ¿Cómo no va llorar?, si le quitaron a lo que más amaba.

Por otro lado...

Aquella señora estaba con su nieta, realmente no la veía con relevancia, mientras los papeles de la demanda se hacían para que después un oficial se los entregué.

¿Pero como?, resulta que aquella señora había falsificado un audio de Spreen y la pequeña, con conversaciones y todo.

— Mira _______ si la inteligencia artificial no existiera tu no estarías conmigo.— decía Lucia mientras acariciaba la cabecita de la nena.

— ¿Dónde está papá...?— preguntaba la niña desorientada por su alrededor.

Por parte, la señora no le mintió simplemente le dijo la "verdad".

— Tu no puedes estar con tu papito.— dijo — Él es muy malo con vos, nadie puede tocarte nisiquiera mirarte, ¿Vos sabes cómo te mira él?.—

Aquella niña pequeña sonrió.

✓// 𝐒𝐏ᛁ 𝘚𝘐𝘕𝘎𝘓𝘌 𝘍𝘈𝘛𝘏𝘌𝘙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora