Viborera

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"pídeme lo que quieras" 

Seishu sale de la bañera rápidamente. Está nervioso por la cena. Los padres y la abuela de Kokonoi estarán presentes. Nunca los ha visto y jamás ha tenido que conocer a los padres de nadie, al menos no de su pareja. Akane y su mamá también están en sus respectivas habitaciones arreglándose así que por hoy está solo. Tiene una de las mejores habitaciones de la casa y lo agradece, lindo baño, gran cama y un espejo de tres puntos de vista. La generosidad no acabó allí, Kokonoi le había dejado joyas, ropa, tacones y una pinza para el cabello. Además de rosas azules y una caja de chocolates.

Seishu se mueve rápidamente por la habitación, primero la ropa interior. Segundo, secar su cabello. Tercero, humectación de la piel. No tiene ni idea qué producto va antes de cual, pero su madre y hermana le empacaron una pequeña maleta con frascos y una lista del orden de los productos con su respectiva cantidad. Es entonces que Seishu se dio cuenta que su belleza dependía plenamente de las mujeres de su familia, sin ellas tendría cabello roto, piel descuidada y nada del sentido de la moda.

Luego de eso, el maquillaje. Se mira al espejo. Había traído base para ocultar la quemadura. Su madre y hermana le habían dicho que no era necesario, pero él creía que sí. Va a conocer a la familia de su esposo y es obvio que la primera impresión es la que cuenta y que su rostro desfigurado no va a hacer mucho por él teniendo en cuenta las diosas con las que Kokonoi solía salir. Se hace algo simple en la cara, cubre la cicatriz, corrector en las ojeras, labial rosa suave, delineador y mascara de pestañas.

Traía un conjunto de ropa planeado, elegido por su madre, pero la ropa que Kokonoi le regaló le gusta más, así que se viste con ella. También le gusta que le hayan dado tacones, su madre no se los dejó traer porque según sus palabras "¿Qué pensaran los familiares de Kokonoi si ven a su futuro esposo en tacones?". Termina de vestirse y sigue con su cabello, algo muy simple, lo peina y recoge sólo un mechón del lado izquierdo de su cabeza y lo asegura con la pinza.

Seishu está bañándose en loción cuando hay un golpe en la puerta — ¿sí? —.

— Voy a entrar —.

— ¡¿Qué?! No, kokonoi, sal me estoy... — Su prometido no escucha y entra. Seishu resopló molesto.

— Solo quiero hablar — ríe entrando, lindo traje formal, camisa roja y huele como los dioses.

Seishu suspira — ¿Hablar de qué? —.

kokonoi lo mira boquiabierto. Se ve hermoso, aunque no le gusta mucho que cubra la cicatriz con maquillaje, pero lo entiende, tal vez seishu simplemente se siente inseguro con ella y no lo presionara — Solo... — Kokonoi carraspea — quería hablar antes de que todo se ponga formal en la cena —.

— ¿Hablar de qué? —.

— No me gusta como nos estamos llevando —.

— ¿Y? —.

— ¿Qué quieres para volver a estar bien? —.

— Que te mueras —.

Kokonoi suspira — no estás ayudando —.

— kokonoi, es suficiente, te perdone o no, nos casaremos, seré tu perro — Seishu se acerca — pero por amor a Dios, sal antes de que mi mamá venga por mí y piense que estamos haciendo otra cosa —.

— ¿Y qué hace tu madre para que le tengas tanto miedo? ¿Despelleja gente? — se burla.

— No seas idiota, Kokonoi — Seishu pone los ojos en blanco.

— Eres muy grosero para tener una madre tan estricta —.

— Eres muy idiota para ser considerado un genio —.

Matrimonio Concertado (kokonoi Hajime x Inui Seishu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora