capítulo 65

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Capítulo siguiente:

Narrador: Tras la victoria sobre el ejército de los no-muertos, Sir Cruz de la Casa Flores regresó al castillo de la Reina Senovia Gremoris. La fortaleza, tallada en la montaña más alta de Kitlane, se alzaba imponente contra el cielo azul. La reina esperaba en el gran salón, su presencia tan majestuosa como la de cualquier criatura mítica.

Reina Senovia Gremoris: "Sir Cruz, tu valentía y liderazgo han sido la luz en la oscuridad que nos asediaba. Ha llegado el momento de que tu destino se cumpla. Es hora de que tengas un dragón."

Narrador: La sorpresa se dibujó en el rostro de Sir Cruz. Un dragón no era solo una bestia de guerra; era un símbolo de poder y un aliado legendario. La reina condujo a Sir Cruz a las profundidades del castillo, donde un antiguo santuario guardaba el huevo de un dragón.

Mientras tanto, en las murallas del castillo, Atreus, el guerrero elfo, tocaba la valla con sus dedos, y un sonido melódico se expandía por el aire. Era una llamada antigua, una melodía que despertaba a las criaturas mágicas de Kitlane.

Narrador: El huevo comenzó a resquebrajarse, y de su interior emergió una criatura de escamas azules y ojos como gemas. El dragón, aún joven, miró a Sir Cruz y en su mirada se forjó un vínculo eterno.

Sir Cruz: "Te llamaré Azuris, el aliento de la esperanza."

Narrador: Con Azuris a su lado, Sir Cruz se sentía invencible. La alianza entre hombres, elfos y dragones se había sellado con un poder inquebrantable. La guerra contra el Monarca Oscuro estaba lejos de terminar, pero ahora, con el fuego de un dragón en sus filas, la luz tenía una nueva arma contra la sombra.

Continuará...

La guerra de dragones fuego y sangre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora