xx. but i won't feel blue...

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📁✶ CIRCUIT OF SILVERSTONE,
race day.

          El calendario marcaba domingo y Ludovica lo sabía súper bien. Sus manos no habían dejado de sudar ni un segundo, su cabello estaba desastroso por la humedad y alguna que otra manchita roja había salido en su rostro. Este fin de semana en el lugar más húmedo del planeta —o como ella lo llamaba— había acabado con su persona, pero las esperanzas de ver a Lando ganar la mantenían un poco viva.

La carrera había empezado con el chico en cuarto puesto, pero tuvo un golpe de suerte y terminó posicionado en el primer lugar. Ludovica hacía lo posible por estar relajada, pero las carreras le daban un poco de miedo. No entendía cómo Lando podía subirse al monoplaza como si nada.

Quedaban diez vueltas para el final y Verstappen soplaba los talones del británico, pero no lo suficiente como para pasarlo. Este definitivamente no ha sido un buen fin de semana para Red Bull.

—¡Lu, nena, mira como vuela tu novio! —gritó Lily tirando del brazo a Ludovica.

—Me estoy muriendo, Lils, lo juro.

—Va a ganar, soy bruja y lo sé —la castaña comía un sándwich mientras el de Vic reposaba en su falda. Tenía el estómago cerrado, ni una miga pasaría por su garganta.

Los mecánicos a su alrededor estaban totalmente excitados, todos preparados para saltar sobre el alambrado. La FIA había prohibido ese comportamiento, pero los chicos iban a hacerlo igualmente; no todos los días Lando Norris gana su primera carrera en la Fórmula 1.

Bianca Bustamante estaba sentada junto a ellas, grabando todo lo que sucedía alrededor. El ambiente era un solo nervio junto, todos estaban asustados por lo que podría pasar en el momento en el que Lando hiciera su última vuelta. Vic no lo sabía, pero algunos de ahí solo podían pensar en el Gran Premio de Sochi, y eso los ponía aún más inquietos.

—Cinco vueltas —dijo la filipina señalando la pantalla frente suyo.

El corazón de Vic comenzó a latir con fuerza, como si estuviera por salirse de su pecho. Sus manos estaban total y completamente hechas agua y su cabello cada vez se separaba más. Los padres de Lando estaban con Mila y Sav en otra habitación, ya que no querían que la pequeña se asustara, mientras que sus hermanos festejarían desde las tribunas. Todos estaban más que nerviosos, incluida la pequeña rubia sobrina de Lando, que deseaba ver a su tío más que nadie.

—Tres vueltas —Bia volvió a hablar y Ludovica llevó su vista hacia la pantalla nuevamente. El McLaren volaba por sobre los otros y era genuinamente precioso verlo primero, nadie esperaba que el equipo remontara de esta forma, e incluso habían algunos que veían sus televisores y no podían creer la posición del inglés.

Dentro del monoplaza, Lando solo podía tratar de tener la mente en blanco, pero era imposible. Sus manos sudaban a mares debajo del guante, tenía la garganta un poco seca y no había bebida que la hidratase. En su cabeza solo se reproducía la imagen de su familia, de Max y Pietra comiéndose las uñas, de Ria quien sabía que estaba más que orgullosa de él, y por supuesto de Ludovica. ¿Cómo puede ser que una rubia problemática y fanática del color celeste se haya convertido en alguien tan importante para él en tan poco tiempo? ¿Cómo es que ella, incluso en las carreras en las que el piloto no tenía una buena posición, actuaba de amuleto? ¿Por qué Ludovica le hacía brincar el corazón? No tenía sentido alguno, pero agradecía que todo fuera así. Y es que cuando estás dentro del monoplaza, no puedes pensar en tantas cosas, solo en mantenerte dentro de la pista y ganar, pero Lando siempre tenía a Ludovica en su cabeza, siempre. Por alguna razón, Vic siempre descansaba en la mente de Norris, siempre estaba dentro de ella, luciendo bonita y sonriente, y alegrando su jornada. Esta no era la excepción, Lando temía por lo que estaba por pasar, pero sabía que no importaba el resultado ya que quedando primero o último, Vic le diría igualmente lo orgullosa que estaba de él.

SLUT!, lando norrisWhere stories live. Discover now