Duxo salió de la habitación de Mictia y Natalan después de contarles una corta historia de cuentos de hadas.
Su agotamiento y dolor de espalda lo estaban matando, pero amaba leer "el principito" a sus hijos.
En silencio entro a su habitación. Observo a Aquino sentado mientras miraba su celular.
—Pensé que ya te habías dormido.— Le hablo con una sonrisa.
—No tengo sueño...— Respondió con la mirada aún pegada en el celular.
Duxo se colocó su pijama rápidamente para acostarse aún lado de su preciado Aquino. Miro por un segundo lo que tanto miraba el castaño, dejándolo preocupado y borrando su sonrisa de inmediato.
—¿Y esas fotos?— Pregunto mirándolo a los ojos que alguna vez fueron de un ámbar brillante.
—Solo.. simplemente quería ver los últimos recuerdos de mi hijo.—
—Aquino, te estas lastimando. No digo que no puedas ver sus fotos, pero todo esto te dificultara superar el dolor ¿me entiendes?—
El castaño asintió, apagando su celular y despegando su mirada de la de Duxo.
—Perdón...—
—No tienes que pedirme perdón.—Suspiro.—Cariño ¿por qué no buscamos ayuda?—
—Yo no estoy loco, solo estoy pasando por un mal momento.—
—Aquino, por favor, sabes como funciona.—
—No, entiéndeme. No a pasado ni siquiera un año.— Defendió.—Aún la herida es muy reciente, esto.. se me pasara estoy seguro.—
—Tienes pesadillas, piensas que es tu culpa y llevas tiempo sin comer y sin poder dormir bien, necesitas ayuda profesional ¡entiéndelo!— Insistía.
Aquino, un poco molesto, se levanto de la cama y se dirigió al baño.
—Al menos dime que lo pensarás.—
—Esta bien, pero solo por que tú me lo pides.—
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❉HERIDΛ ΛBIERTΛ
Fiksi PenggemarDespués del fallecimiento de uno de sus hijos, Aquino, Duxo y sus dos pequeños, deciden empezar de cero en un nuevo hogar. Pero perder un hijo no es cualquier cosa, y Aquino estaba intentando sobrevivir con el dolor encima, descuidando su matrimonio...