De Lunes A Lunes. [Luckity] [Two-Shot]

(2/2)

Después de tantos meses, Luzu se encontraba frente suya, con una sonrisa tan bonita que había extrañado mucho y había dado por perdida.

Quackity no sabía que hacer, qué decir o como reaccionar, ¿Qué era lo que estaba sintiendo? ¿Tristeza? ¿Enojo? ¿Felicidad?

-¿L-Lusu?

-Hola, Quacks... Yo...

Antes de que Luzu pudiera siquiera acercarse al azabache, Cochi y Beni intervinieron, empujándolo completamente lejos de su primo.

-A ver, a ver, a ver, cabrón. ¿Quién te crees para venir aquí? ¿Eh?

Preguntó Beni, cruzándose de brazos mientras que Cochi se acercaba amenazante al castaño.

-¿Crees que quiere verte después de que lo abandonaras como perro a su suerte? ¿Cómo el tercer plato que nadie se quiere comer? ¿Cómo vago que no lo quieren en su casa? ¿Cómo...?

-Ya, ya pues, Cochi, no me defiendas...

Habló Quackity por primera vez, limpiándose las lágrimas, pues aún creía que todo era un sueño, del cual no quería despertar.

-Por eso estoy aquí, para darle una explicación a él y a vosotros del por qué me fuí...

-¡El no quiere tus explicaciones de mierda, vete! Nuestro amigo estuvo llorando por ti, ahora le demostramos que está mejor sin ti.

Mencionó Roier, mientras que los demás afirmaban para darle la razón. Quackity no podía estar más agradecido con ellos.

Pero Luzu no estaba conforme, debía decir la verdad a toda costa y que Quackity le pidiera perdonar.

-Me iré hasta que él me diga que lo haga.

Todos veían a Quackity expectantemente, para que echara a Luzu de la fiesta.

-Les agradezco que se preocupen por mi... ¿Pueden dejarnos solos por favor?

De acuerdo, eso no se lo esperaban.

-Pero, Quackity...

-No se preocupen, prometo que después de esto él se irá.

Luzu tragó saliva, pero valdría la pena. Sus amigos se fueron competente sorprendidos, ahora solo quedaban ellos dos.

Ninguno decía nada todavía, solo se veían frente a frente con un montón de cosas por dentro para decir.

-Quackity... Yo...

Un golpe en el pecho, otro golpe y otro más comenzó a recibir por parte del chico de gorro hasta que se detuvo, recargando su frente en dicho lugar.

-Estás bien pinche pendejo, ¿verdad? Tu no piensas, cabrón, tu no piensas. Nunca te lo voy a perdonar, hijo de tu puta madre...

Él lo entendía, sabía perfectamente que no era su culpa.

Pero algo que jamás creyó que pasara, era recibir un abrazo de su parte.

-¿Por qué? ¿Por qué te fuiste por un malentendido? Yo nunca te sería infiel y menos con la rubia tetona... ¡El fue quien me beso sin consentimiento! Y, y...

Las lágrimas habían vuelto a apoderarse de él, haciendo que Luzu le correspondiera al abrazo, apoyando la barbilla en la cabeza del pato a modo de cariño como lo hacía antes.

-Yo lo sé, Quacks, yo confío en tí...

FLASHBACK

Luzu se encontraba al borde el colapso, toda la situación que acaba de pasar se le hacía completamente injusta.

-¡Es que no puedes obligarme a irme! ¡Ya tengo una vida en México! ¡Puta madre, no puedo dejar a Quackity, papá!