Luego de la conversación que Danielle, Hanni y Hyein tuvieron (y que será contada en otro momento para mantener en la incógnita a todo el mundo), las tres se dirigieron hacia la casa de Haerin, tocando la puerta a patadas para que la chica no tuviera la excusa de que no oyó nada.
Luego de diez minutos pateando la puerta, esta se abrió, y una desaliñada Haerin las miró con furia.
—¿Se puede saber qué quieren? —preguntó de forma tosca.
—Nosotras... —Hanni frunció el ceño, viéndola—. ¡Apestas a alcohol!
Antes de que alguien pudiera hacer algo, Hyein empujó a Haerin hacia el interior en tanto Hanni pasaba de largo hacia la cocina, viendo todo lleno de botellas de cervezas vacías, tiradas en el suelo sin cuidado. La sola visión la entristeció a más no poder, pero apretó sus labios tomando una botella, llenándola con agua, para luego volver al comedor en donde Danielle y Hyein sostenían a Haerin.
—¡Ustedes...! ¡Hanni! —Haerin chilló cuando la vietnamita le lanzó agua en todo el rostro—. ¡Ba-basta! ¡Ha-Hanni! ¡Está... está he-helada!
—¡Lo sé! —Hanni le lanzó más agua a la cara—. ¡Eso es por ser cruel conmigo el otro día, cara de rana!
Cuando la botella quedó vacía, Danielle y Hyein la soltaron. Haerin cayó al suelo, aturdida, antes de negar con la cabeza.
—Ahora te vas a cambiar —dijo Hanni duramente, sin darle tiempo para replicar—, y vas a salir a comer algo con nosotras si no quieres que te meta esto —levantó la botella—, por tu culo, Hae.
La aludida miró a la chica atónita para luego asentir con una mueca de espanto, dirigiéndose a su pieza lo más rápido que pudo. Una vez quedaron solas, Danielle miró a Hanni.
—¿Cómo hiciste eso?
Hanni tembló.
—No sé.
***
De manera tosca, Haerin las siguió hasta un local de comida rápida. Su rostro pálido no demostraba más que rabia y disgusto, sin embargo, sus amigas le ignoraban deliberadamente, sin prestar atención a los pensamientos de odio que parecía lanzar con la mente.
Una vez dentro de un McDonnald's, se unieron a la fila para pedir algo. Si bien seguía en silencio y con esa mirada de odio, Haerin se estaba convenciendo de que esa salida no estaba tan mal. Al fin y al cabo, tendría comida gratis, así que...
—La imbécil de Lucía se puso a coquetearme y quedé sin helado, así que cómprenme uno.
O al menos eso pensaba hasta que escuchó una fría voz detrás de ella.
Su corazón bombeó como loco, pero no se volteó, sorprendida. Menos cuando llegó su turno en la fila.
—¿Qué va a pedir?
Pero su garganta estaba seca, incapaz de modular algo.
Luego de unos segundos en silencio, alguien respondió:
—Oh, ¿vas a pedir algo o las mentiras te comieron la lengua?
Se crispó ante el tono desagradable y cínico que Minji utilizó, y ya sin controlarse, se giró, chocando con la fría mirada de la azabache.
—Vete a la mierda —le dijo caminando fuera de la fila.
—¡Haerin! —regañó Hanni.
—No te preocupes, Nini —Minji sonó desinteresada mientras le despeinaba el cabello a Hanni—. Uno se acostumbra a que Haerin te mande a la mierda cuando está más preocupada por ella.
La rabia y los celos bulleron en su interior, pero no dijo nada mientras caminaba hacia la salida.
—Porque Haerin no es más que una niña cobarde y mimada que huye de los problemas apenas puede.
Haerin no lo soportó más: dando media vuelta, se lanzó a darle un golpe a Minji.
¡Gracias por leer!
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novia de alquiler; catnipz
RomansaKim Minji odia las cosas del amor, y sobre todo, las novias. Su madre desea que tenga una pareja para que así sea feliz y deje de ser tan amargada, así que decide "alquilar" a una chica con una preciosa sonrisa, Kang Haerin, para que sea la novia de...